Jorge Martínez, líder de la banda, celebra sobre el escenario, en la despedida de Metrópoli, la concesión del "Asturiano del mes"
Crónica de La Nueva España. Mar Norlander 10.07.2017 |No habría sin duda mejor despedida musical para la cuarta edición de Metrópoli que un concierto cien por cien de puro rock asturiano. Que tras una semana larga de primeros espadas de la música española sobre el escenario del ferial, la organización reservara el colofón para un concierto cañero de "Ilegales" no es cuestión baladí. Si a esa decisión se añade que Jorge Martínez, sempiterno líder de una banda tan prestigiosa como macarra, haya sido "Asturiano del mes" de este periódico, la celebración se antojaba perfecta.
Y así lo entendió Jorge "Ilegal", cuyas primeras palabras fueron dedicadas para agradecer, con su sorna habitual, la distinción de LA NUEVA ESPAÑA. "He recibido la noticia" dijo desde el escenario, "extraña para mí, de que LA NUEVA ESPAÑA me ha nombrado Asturiano del mes. Si hubieran sido los bares, lo entendería... Muchas gracias a LA NUEVA ESPAÑA". Y culminó: "Aquí estoy, alegre, despreocupado y orgulloso de ser el asturiano del mes. No te jode..."
Metidos en harina, el concierto comenzó con "Los chicos desconfían", "Voy al bar", del álbum "La vida es fuego", "Chicos pálidos para la máquina" y "Suena en los clubs un blues secreto". Cuando acaba la perorata del premio del periódico, el grupo se arranca con "Agotados de esperar el fin", como en sus mejores tiempos, el trío con un nuevo batería y otro guitarrista que en ocasiones se pone al teclado de un órgano tipo Hammond. Cuando suena "Hola mamoncetes", el público, que prácticamente llenó el recinto, da botes y canta.
La sucesión de temas legendarios de la banda seguiría hasta el final: "No me gusta el trabajo", "Yo soy quien espía los juegos de los niños", "Españoles, Europa ha muerto", "Hace mucho ruido"... Y con mucho ruido, "Ilegales" echaron el cierre a la cuarta edición de Metrópoli.
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