“South
Carolina Gospel Chorale”. Festival de Góspel de Gijón. Teatro Jovellanos, 17 de
diciembre.
El Festival de Góspel concluyó por todo lo alto con una
formación ya conocida por los asiduos al teatro Jovellanos, la “South Carolina
Gospel Chorale”. Sin duda la mejor velada de esta edición.
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero son
necesarias si se quiere buscar la perfección. Y puestos a comparar podemos
decir que el inicio del festival, a cargo del “Harlem Gospel Choir”, fue
brillante en voces y en repertorio pero acusó cierto vacío en el
acompañamiento. En la segunda velada nos trasladamos a la música de Nueva
Orleans con “ Nola Gospel Project” y pudimos disfrutar de una buena base
rítmica con muy buenos músicos y una actuación estelar a cargo de la cantante
Charmaine Neville, sin embargo el coro estaba más flojo: algunas voces,
demasiado envejecidas, con un vibrato muy acusado y un repertorio excesivamente
corto y muy estirado a base de interacciones con el público. En cuanto a
la actuación de “South Carolina Gospel Choir”, no podemos achacar ninguno de
los detalles anteriores. Un quinteto instrumental de altísimo nivel -destacando
el guitarrista-, acompañaron a un coro de ocho voces lideradas por el
cantante y organista Michael Brown, con una voz espectacular llena de matices,
amplia tesitura y afinación perfecta. El resto de las voces corales también
destacaban en solitario, cada una en su tesitura y color.
El transcurso del concierto fue ágil y dinámico, con
grandes canciones clásicas como “Amazing Grace”, “Oh, happy day” o “Joyful,
joyful”, entre otras, interpretadas todas con gran calidad y buenos arreglos. La
locura total llegó primero con una cantante que le puso muchas ganas echando el
hígado por la boca (como se suele decir) cantando entre el público “Meet me in
the city” y después con “Kumbaya”, interpretada por otro miembro del coro, con
toda la butaca iluminada con las luces de los móviles. Hubo hueco para
clásicos navideños y para el soul y el pop más comercial, recordando
fragmentos de grandes temas como “Respect” de Aretha Franklin o “Soul Man” de
los Blues Brothers, entre otros. La interpretación de “We are the world” fue
merecidamente ovacionada y aún más, si cabe, el homenaje a Whitney Houston, con
“Guardaespaldas” incluido. Excepcional.
Los más puristas del góspel no están de acuerdo con la
incorporación al repertorio de canciones de éxito de la música pop y soul, sin
embargo es un fiel reflejo de lo que está ocurriendo en las iglesias americanas
en los últimos años. El objetivo es buscar la comercialidad para
llega a un público más mayoritario, cambiando algunas letras para adaptarlas al
mensaje que se quiere transmitir. ¿Y por qué no? “South Carolina Gospel
Chorale” es una formación moderna con un altísimo nivel técnico que sabe
transmitir y llegar, tanto al espectador más exigente como al público
aficionado al góspel, por lo tanto su repertorio es muy válido. Un gran
concierto que fue agradecido con una gran ovación por el aforo al completo del
teatro Jovellanos.
Crítica de Mar Norlander para La Nueva España