Café Quijano, “Manhattan Tour 2022”. Teatro
de la Laboral, viernes 28 de enero de 2022.
Una vez más los
tres hermanos leoneses que comparten apellido con aquel que vivía en un lugar
de La Mancha, logran rozar casi el lleno en el Teatro de la Laboral que abre su
aforo al completo. A priori, los “Café Quijano” no presentan ninguna novedad en
el repertorio, salvo un par de sencillos lanzados recientemente, y tampoco hay
novedades o de otra índole. Por lo tanto, el llenazo de público se debe a los
fans que han cosechado durante los más de veinte años que han pasado desde
aquella “Lola” con aires de rock latino.
Tres potentes luces
iluminaban a los tres miembros de Café Quijano que salieron al escenario
arropados por cinco músicos (teclados, batería, percusión, guitarra y trompeta),
permaneciendo durante todo el concierto en la sombra, sin un triste foco. Lo
mismo hacía el mismísimo Michael Jackson en sus mejores tiempos, salvando las
distancias.
Dividieron el concierto
en dos partes, dedicando la primera a rescatar boleros de sus álbumes
“Orígenes” y algunas bachatas descafeinadas como “Cuatro palabras, nada más” o
“Robarle tiempo al tiempo”. El sonido estaba bastante conseguido y los arreglos
sencillos y efectivos, destacando las intervenciones de la trompeta con sordina
de Fernando Hurtado. Había empaste entre las tres voces armonizadas al estilo
clásico de los hermanos Quijano, a pesar del excesivo volumen del micrófono de
Manuel (voz principal), que le permitía bajar el tono en las presentaciones
para dirigirse al público con discursos más que manidos y con tintes a lo
Carlos Herrera en su programa “Radio Carlitos Deluxe”.
Los cinco músicos
acompañantes, que continuaban en la más absoluta penumbra, quedaron solos
tocando música de ambiente para dar por terminada la primera parte. “Tequila” inició la segunda tanda con un
sonido más roquero, descompensado por el batiburrillo de guitarras eléctricas
que había encima del escenario, que tampoco mejoró con “Solo te puedo decir”. Y
seguidamente escuchamos “El Cobarde”, donde los Quijano se apuntan al carro
reivindicativo contra la violencia machista y, aunque la canción no es buena en
arreglos, la letra es bienvenida. El nuevo disco saldrá a la venta el 24 de
febrero y otros estrenos que nos adelantaron fueron “Mi Melancolía”, que sigue
la línea del sonido característico Quijano y “Manhattan”, una historia de
amores varios de Domingo Zapata que también sigue la misma línea.
Más interesante
sonó el arreglo de “Dame de esa boca” para dar paso a la bailonga “La vida no
es la, la, la” con la que enfilaron el final del concierto en el que no podía
faltar “La Lola” y “Nada de na”. El público de procedencia castellana pedía
“otra”, mientras que la otra mitad astur reclamaba “otres tres”. Y fueron tres
los bises: el reciente single “La Jamaicana”, el éxito “Perdóname” que
protagonizaron junto a Willy Bárcenas y para cerrar “La Taberna del Buda”, que
sigue viva veinte años después. Y una vez más el público les rindió una gran ovación
y salieron del teatro con caras felices.
Y es que la
evolución de “Café Quijano” brilla por su ausencia. Pero tampoco les hace falta
porque hace más de veinte años que encontraron su propia identidad, un “estilo
Quijano” que les permite estar cómodos. El público afín les sigue fiel vayan
donde vayan y, aunque probablemente no haya relevo generacional entre los fans,
los que están les seguirán mientras ellos perduren.