sábado, 8 de agosto de 2020

Dani Fernández: Poco que contar

 Dani Fernandez - Te esperaré toda la vida

Dani Fernández, Festival Metrópoli City. Plaza de Toros de El Bibio, Gijón, 6 de agosto. 


Dani Fernández saboreó con creces los aplausos y el éxito al formar parte del grupo vocal Auryn, que causó furor entre el público adolescente durante poco más de un lustro. Tras la disolución de Auryn en 2016, Dani inicia su carrera en solitario y una gira para presentar su disco “Incendios”, interrumpida tras el confinamiento. Retoma la gira en Gijón en versión reducida y lo da todo en el escenario, sin embargo, de momento tiene poco que contar. 


Es difícil que un concierto suene mal en la plaza de toros “El Bibio” pero siempre hay excepciones y Dani Fernández es una de ellas. “En Llamas” inició el espectáculo del cantante, junto con un teclista y un guitarrista que tenía dificultades para estabilizar la afinación en los pocos solos que hizo. El sonido sucio, el volumen alto y la ecualización con excesivo realce de medios, consiguiendo una voz estridente. Las canciones del disco sonaban una tras otra y aquello no mejoraba por ningún lado. En mi opinión la planificación de la gira en su nuevo formato no está bien diseñada ya que no han sabido adaptar los arreglos a esta versión reducida de guitarras (a veces steel guitar), y teclados con múltiples programaciones. Las cajas de ritmos suenan machaconas y los bajos sin definición. Buscan esa sensación de relleno de capas sonoras que ofrece una banda al completo y para conseguirlo suben el volumen más de lo necesario y aporrean los instrumentos. El resultado deja mucho que desear. Desde el punto de vista musical un artista que todavía no puede volar alto se arropa de una buena banda y da el pego, pero en un formato reducido las carencias cantan. 


Aún así, el público feliz y las fans con la emoción a flor de piel no dejaban de cantar “Perdido en Madrid”, la famosa “Te esperaré toda la vida” o “Bailemos”, todo un himno cargado de positivismo que desató las ganas de levantarse de las sillas y ponerse a dar brincos. Dani Fernández,  muy activo en las redes sociales y con muchos apoyos de artistas  como Andrés Suárez, Marwan o Funanbulista, entre otros, logra aforos multitudinarios entre las adolescentes. Musicalmente está claro que todavía hay mucho que pulir, sus letras no dejan de ser simples y muy oídas, sus melodías no dicen nada nuevo y en cuanto a los arreglos ya lo he mencionado. Sin embargo, sabe conectar con su público. Esto no quiere decir que la multitud de fans que le siguen no tengan buen criterio o estén dotadas de oídos sordos, más bien utilizan otros parámetros que van más allá de lo estrictamente musical y Dani Fernández sabe conquistarlos. Si hay evolución o se queda por el camino, como tantos otros, lo veremos.  Es cuestión de tiempo. 

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España


Ara Malikian: Un concierto redondo

 Entradas de conciertos de Ara Malikian en Plaza de Toros de Gijón ...

Ara Malikian. Festival Metrópoli City. Plaza de Toros de “El Bibio”, viernes, 31 de julio. 


Ara Malikian tendría que estar durante esta temporada en plena promoción del disco “Royal Garage”, grabado el año pasado con la colaboración de grandes artistas como Franco Battiato, Estrella Morente, Kase.O, Bunbury o Pablo Milanés, entre otros. Así se había anunciado su gira “Royal Garage World Tour”, pero las circunstancias han cambiado toda la planificación y el tour se quedó en una versión muy reducida de violín y piano, junto con Iván “Melón” Lewis. Si Malikian es un virtuoso del violín “Melón” Lewis no lo es menos con las teclas. Los dos juntos ofrecieron un espectáculo de sonoridades que dejó al público encantado.  Además, hay que recalcar la buena acústica que tiene esta plaza de toros: se captan todos los pequeños matices hasta la respiración del violín. Quizás, sería un buen lugar para poder disfrutar de alguna interpretación de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, ahora que están los aforos tan complicados. Ahí lo dejo.


Provisto con la obligada mascarilla, Malikian dio un rodeo por la arena interpretando una breve introducción del tema que compuso en recuerdo al genocidio armenio con su “Alfredo Ravioli” (así bautizó a su violín), para el disfrute de aquellos espectadores que sintieron su presencia bien cerca. Al perderse por detrás del escenario el pianista tomó el relevo ejecutando una pieza contemporánea de gran nivel técnico. “Con mucha nata” no sonó igual que cuando la toca con toda su banda pero tampoco sonó peor: el pianista era capaz de rellenar con creces la parte percusiva y armónica de la pieza ofreciendo otra esencia.  



Del doble disco “Royal Garage” apenas se tocó nada. Tan solo “Loucine”, dedicada  a su madre y el extracto de la ópera de Gluck “Mélodie d’Orpheé et Eurydice”, donde percibimos la capacidad de Malikian de extraer todo el peso expresivo y la flexibilidad lírica. Para el resto de la velada se rescataron temas que ya son banderas de sus conciertos con anécdotas incluidas. Cuántas veces hemos escuchado la aventura de su viaje a Alemania  y cómo empezó a tocar en bodas de judíos durante unos cuantos años. Repite cada palabra y cada gesto para introducir el tema “Pisando flores”, sin embargo, cada vez que lo cuenta nos mantiene atentos como si fuera la primera vez. Todo un showman, además de gran músico. 


Tampoco faltó la “Campanella” de su admirado Paganini que interpretó, una vez más, con total libertad y brillantez, al igual que el “Valse-Scherzo” de Chaikovski o la “Introducción y Rondó Caprichoso” de Camille Saint-Saëns. No todo fue clásico, también hubo hueco para su particular versión del tema “Bachelorette” de su “enamorada” cantante islandesa Björk, en mi opinión ampliamente mejorado. Las sonoridades de su cuna libanesa también estuvieron presentes con temas como “Bourj Hammuod”. Un gusto escuchar estas músicas. 


Después de más de dos horas cerró la velada con un tema compuesto recientemente, dedicado a todas las personas mayores que han estado solas durante el confinamiento, cuyo nombre es  “Nana Arrugada”. Solo el título del tema ya evidencia la inteligencia y la dimensión artística de Ara Malikian. El magnífico arreglo de piano y la melodía expresiva del violín emocionaron a gran parte del público premiando el espectáculo con una larga ovación. Sea con la formación que sea o busque inspiraciones sonoras desde aquí a la Patagonia, Ara Malikian siempre tendrá un público fiel en Gijón que llenará el aforo y marchará encantado. Eso sí, preferentemente que vuelva a ser en la Plaza de Toros con sonido redondo. 



Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España