Richie Ramone, en la gira
“Smash You Live 2015 World Tour”. Sala Acapulco del Casino de Asturias, martes 19 de
mayo.
Llevar el apellido artístico “Ramone”, haber formado parte de la banda
pionera del movimiento punk en Nueva York y haber compuesto varios temas
punteros para el grupo (entre ellos el himno “Somebody Put Something in My
Drink”) no fue suficiente para atraer público al concierto de la gira “Smash
You Live 2015 World Tour”, que se inicia en Gijón y pasa por varias ciudades de
España. Entre prensa, espectadores y personal de la sala Acapulco no sumaban ni
medio centenar.
¿Qué queda de aquel movimiento y aquella banda que inspiró a millones de
jóvenes de varias generaciones con la filosofía de que cualquiera puede ser
músico sin saber tocar y cualquiera puede convertirse en una estrella de rock?
A juzgar por lo que Richie Ramone ofrece en su concierto queda su
atuendo con zapatillas de lona y camiseta, queda la preferencia por tocar en salas
pequeñas, la sencillez de sus letras y muchas canciones de tres minutos y tres
acordes. Nada más, bueno sí, que la mitad de las canciones no llevan punteos,
dato fundamental de la primera oleada del punk. Con la nueva formación de
Richie Ramone desaparece la rabia, las protestas sociales (!qué bien nos venían
en los tiempos que vivimos!) y ese sonido característico que diferenciaba
claramente a unas bandas de otras.
Para su gira por España cuenta con músicos como Alex Kane, que sí sabe
tocar la guitarra, de hecho en la mitad de los temas del concierto se marca
espléndidos solos virtuosos que contradicen el espíritu punk. También cuenta
con la bajista Clare Misstake, con una estética heredada del legado de Vivienne
Westwood y una forma de tocar el bajo con púa que se ajusta bien a los cánones
de lo que eran los Ramones. El último componente de la banda es Ben Reagan,
segundo guitarra que toca la batería en varios temas para que Richie pueda
saltar a la primera línea del escenario para cantar las canciones de su
disco “Entitled” junto con otras muy famosas de los Ramones. El feedback con el
público se mantuvo durante todo el concierto, de hecho Richie bajó del
escenario para saludar personalmente a varios fans entregados que no dejaron de
cantar tema tras tema.
Otro legado que conservan de
los Ramones es el inicio de los temas; el grito “one, two, three, four”,
popularizado por el bajista Dee Dee Ramone, también estuvo presente en la voz
de la joven bajista Clare Misstake, que vive el escenario con emoción y
verdadero espíritu punk. El resto de lo escuchado se asemeja más a cualquier
banda de rock con toques punk, medianamente decente, que a nada que tenga que
ver con el movimiento cultural llamado punk.
Crítica de Mar Norlander para La Nueva España