domingo, 31 de julio de 2022

El Tsunami mantiene el nivel con “Airbourne”

 



Skindred”, “Medalla”, “Clutch”, “Syberia” y “Airbourne”.Tsunami Festival, sábado, 30 de julio de 2022


Última sesión de la cuarta edición del Tsunami y el nivel sigue subiendo. Sorprende “Skindred” por su originalidad y su estilo indefinible, cuya mejor baza es la interacción con el público. Los miles de asistentes cantaron, bailaron, tocaron el suelo y se desmelenaron a ritmo de “Nobody”, entre muchas otras. Un concierto bien planificado que puso el listón muy alto. 

Después, en el escenario pequeño (denominado este año Cristina Zapico) los barceloneses “Medalla”, una banda que se mueve entre el rock alternativo y el post-punk, que tienen gancho y lo hacen bastante bien, pero en esta sesión pasaron desapercibidos entre un cartel con tanta figura internacional.

“Clutch”, era otra de las bandas estadounidenses más esperadas en esta edición y, al contrario que “Skindred”, la conexión con los asistentes fue más bien tibia. Su actuación se reduce a todo un catálogo de efectos y técnicas de guitarra, entre distorsiones y más distorsiones del guitarrista de la banda, sobradamente consagrada tras una docena de álbumes publicados. Mucha técnica pero poco gancho con el público.

 

Se sabe que la música instrumental no vive sus mejores momentos y, por ello, es de agradecer que los programadores del Tsunami hayan contado con “Syberia”,una banda de rock que se recrea en la búsqueda de la perfección del sonido, creado sobre armonías estándar y huyendo del virtuosismo acrobático. Los aficionados a este tipo de música al borde de la extinción disfrutaron con los catalanes y el resto de los miles de asistentes se tomaron un descanso porque faltaban platos fuertes. 


Sonó el primer acorde de "Ready rock" y mareas de gente acelerando el paso hacia el escenario grande para no perderse ni un segundo del concierto de los australianos “Airbourne”, porque había ganas de comprobar de primera mano si la fama de ser los sucesores de AC/DC tiene fundamento. Es difícil sustituir mitos, sobre todo si están vivos, pero “Airbourne” tiene una robustez rítmica que impacta, unos riffs bien elaborados y fáciles de recordar y algunas canciones que ya han calado, como "Breaking outta hell". Y, aunque no son AC/DC los cuatro componentes parapetados con ocho grandes torres Marshall se dejaron la piel en el escenario con lo mejor de sus cinco discos y se ganaron nuevos adeptos. Un gran concierto que casi se ve empañado en los últimos minutos por un fallo del sonido exterior rápidamente solucionado, y entre medias el cantante Joel O’Keeffe demostró sus tablas tirando del numerito de reparto de bebidas para calmar a los miles de asistentes.


“Airbourne” no son AC/DC pero es una banda que merece la pena y que puso la cuarta edición del Tsunami al nivel de las dos primeras.  A ver con qué nos sorprenden el año que viene.

Crítica publicada en La Nueva España  


sábado, 30 de julio de 2022

Tsunami: fracaso de Pennywise y triunfo de Ska-P

 



“Pennywise”, “Liher”, “Flogging Molly” y “Ska-P”. Tsunami Festival, Parque Hermanos Castro. Viernes 29 de julio de 2022. 


Probablemente Pennywise, junto con Ska-P, era uno de los nombres más atractivos del cartel de la sesión del viernes, en la cuarta edición del Tsunami de Gijón. Los californianos se habían encargado de abrir la primera edición (junto con “The Offspring”), recién estrenado su álbum “Never Gonna Day” y arrasaron. Todavía se recuerda como retumbaban los cánticos del público tarareando el estribillo del “Bro Hymn” a la salida del recinto de la Laboral. Pero esta vez no fue así. Quizás las siete de la tarde es demasiado temprano y la luz del día no inspira o quizás esta banda ya ha dado de sí todo lo que tenía que dar. El caso es que en una hora de concierto no consiguieron tocar completos ni media docena de temas. Aquello era un empieza todo y no acaba nada, paseitos por el escenario al grito de ¡fuck you!, guitarrazos sin control, amasijo de ruidos sin definición, etc., y las pocas canciones que consiguieron tocar se les caía el tempo o se les olvidaba la letra. En fin, un desastre. Hasta que no sonó su particular versión de “Stand By Me” (la penúltima del concierto, por cierto), no consiguieron enganchar al público. Y para rematar, triunfada total una vez más con el "Bro Hymn", el himno que los consagró y con el que se pueden permitir vivir de rentas eternamente. Desconozco las cifras de su elevadísimo caché, pero a razón de su espectáculo no merecen ni las viandas. 


Todo lo contrario fue la actuación del cuarteto vasco “Liher” en el escenario pequeño. La cantante Lide Hernando echó las vísceras a través de esas dotadas cuerdas vocales que posee y enganchó al público desde la primera canción. Los vascos tenían ganas y energía para comerse el escenario y así lograron salir exitosos.


Y otra vez en el escenario grande fue el turno de “Flogging Molly'': divertidos, buenos músicos y bien empastados, con su peculiar fusión de sonidos irlandeses y la caña del punk rock hicieron vibrar el asfalto del Parque Hermanos Castro. Tienen buen repertorio y un frontman (Dave King), simpático y comunicativo que levantó los ánimos e hizo brotar al público hasta casi agotarlos. 


Otra banda que se ganó con creces a los miles de asistentes fue “Ska-P”. Desde el escenario grande repasaron las controvertidas letras que identifican a la banda, comenzando por la divertida (aunque floja en versos) “Estampida” y terminando con “El Vals del Obrero”, sin dejar de arremeter contra los toreros asesinos, la monarquía, la iglesia católica o los medios de comunicación y alegar a favor del cannabis, la multiculturalidad o la imaginación con la recién estrenada “Estimado John”. Un éxito total.


Crítica publicada en La Nueva España  



domingo, 24 de julio de 2022

Manolo García, un creador inagotable

 


Manolo García, “Gira 22”, Gijón Life. Sábado 23 de julio de 2022. 


Desde que Manolo García escribió los versos de “Insurrección” sentado en un váter y a toda prisa para poder grabarlo -porque la discográfica apremiaba y aún no era lo suficientemente solvente como para tomarse su tiempo-, hasta su doble álbum recién publicado han pasado más de tres décadas en las que el talento creativo de García ha brotado una y otra vez. Su repertorio cosechado en solitario, tras separarse de Quimi Portet y aparcar “El Último de la Fila”, da para muchas horas recital con grandes canciones, sin embargo, el cantante catalán no olvida sus orígenes y siempre está dispuesto a satisfacer al público que le ha seguido desde sus inicios. Por ello escogió “Insurrección” para comenzar y también para finalizar el concierto de Gijón, porque no hay mejor himno. Pero también rescató del dúo grandes temas como “Lejos de las leyes de los hombres”, “A veces se enciende” la magnífica “Aviones Plateados” o la dulce “Sara”, entre otras.  


El motivo de la gira es la presentación de dos álbumes publicados a la vez, porque su vena creativa no cesa y el parón de la pandemia dio para mucho. Así, escuchamos algunas de sus últimas composiciones de “Mi vida en Marte” que ya se han hecho muy populares, como “Un poco de amor” o las inspiradas “Diez Mil Veranos” y “Quisiera escapar”, con esos guiños copleros que imprime García en su voz; y también “Reguero de Mentiras”, la cual habrá que pulir un poco más, sobre todo en los coros. También, de su otro álbum nuevo “Desatinos Desplumados” nos presentó dos temas que destacan: el primero la rumba “La Maturranga”, con un buen arreglo de guitarras y que está llamada a ser uno de sus himnos coreados en los futuros conciertos. El segundo, “Laberinto de Sueños”, para el que escenificó una especie de cuadro flamenco en el escenario con toda la pedazo de banda que trae a cada uno de sus shows. 

 Y entre lo más viejo y lo más nuevo, durante dos horas y media de concierto nos deleitó con sus grandes canciones en solitario, principalmente de su álbum “Arena en los bolsillos” del que no faltó “Prefiero el Trapecio” o “Pájaros de barro” y, por supuesto, “A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando”, coreada por el público a un volumen que casi tapaba la potente amplificación que traía la banda.


Manolo García es un creador inagotable y ha logrado cosechar mucho repertorio y de lo más exquisito, pero sus conciertos no son solo una canción tras otra por muy exitosas que sean, lo mejor es su presencia y su manera de comunicarse con el público. Con un lenguaje sin grandilocuencias esgrime discursos que defienden el arte y la cultura, reclaman justicia social y, sobre todo, apuestan por la importancia de estar aquí y ahora. Es un tipo feliz y con sus canciones hace feliz a los demás. 


Crítica publicada en La Nueva España  



sábado, 23 de julio de 2022

Tocororo Suite. El alma cubana en forma de danza

“Tocororo Suite”: Compañía “Acosta Danza”. Teatro Jovellanos, viernes 22 de julio de 2022.  

“Tocororo” fue la pieza que en el año 2003 marcó el inicio como coreógrafo del bailarín Carlos Acosta,  y casi veinte años después presenta en Gijón una versión reducida bajo el título “Tocororo Suite”.  El motivo por el que perdura en cartel después de tantos años lo pudimos comprobar en el Teatro Jovellanos y es simplemente porque la pieza es espectacular. Se trata de una obra que fusiona ballet clásico con danza contemporánea y danzas folklóricas cubanas,  que tiene el atractivo de interpretar la música en directo y un argumento bien hilado  con posibilidad de muchas lecturas. 


Cinco músicos en el escenario comenzaron interpretando una partitura de latin jazz de un nivel muy alto, dando paso al protagonista del cuerpo de baile que representa al joven viajero que se tiene que enfrentar a las dificultades de sobrevivir en un lugar ajeno. El joven, ataviado con una maleta, se mueve con pasos de ballet clásico técnicamente impecables, sin embargo, está en un entorno en el que predomina la danza contemporánea y los bailes folklóricos y por ello es rechazado. Su empeño por adaptarse a la nueva situación le impulsa a luchar y trabajar hasta lograr salir victorioso. 

 

Mediante una sucesión de números coreográficos Carlos Acosta, al frente de la compañía “Acosta Danza”, encontró la forma de representar la emigración, la confrontación de culturas, la violencia, el amor, el erotismo o las luchas por el poder, y todo ello con toques de humor y, sobre todo, con una calidad técnica impecable. 


Los músicos en vivo interpretaron un repertorio ecléctico en el que se fusionan muchos elementos, imprimiendo así un toque de calidad a las magníficas coreografías. El único defecto fue la disparidad de volúmenes en las percusiones que, por momentos, se apoderaban del resto de los instrumentos y resultaban molestas. Quizás, hubiera sido más oportuno la utilización de pantallas de metacrilato. 


En definitiva, “Tocororo Suite” es una magnífica fábula que representa las raíces cubanas en forma de danza, capaz de satisfacer a los entendidos en danza, a los melómanos y al público en general que busca entretenimiento y un poco de diversión. Una gran creación de Carlos Acosta digna de ser representada por mucho tiempo.


Crítica publicada en La Nueva España  


sábado, 16 de julio de 2022

Con Robe hay esperanza para el rock

 

Foto: Juan Plaza LNE

ROBE: Gira “Ahora es cuando”, Festival Gijón Life. Viernes, 15 de julio de 2022.  


Arranca la tercera edición del “Gijón Life” con la gira “Ahora es cuando” de Robe Iniesta, uno de los artistas más personales e inigualables del rock español. El ex líder de “Extremoduro” apareció en el escenario rodeado de una pedazo de banda que es para quitarse el sombrero y nos deleitó con un concierto largo que osciló entre la magia y la nostalgia de las grandes épocas del rock. Ni siquiera nos importó que empezara media hora más tarde ni que se tomase un largo descanso a mitad del show. 


En la primera parte escuchamos temas clásicos de “Extremoduro” y algo de sus dos álbumes en solitario, comenzando con “Del tiempo perdido”, en el que pudimos apreciar su timbre de voz horrible y gastado, a medio camino entre Sabina y Coque Malla y cuando se ponía cañero parecía el mismo Luis Zahera llamando a “Malamadre” en “Celda 211”. Peccata minuta, porque Robe no está donde está por sus cualidades vocales y, además, para compensar estas carencias ahí estaba Lorenzo González en los coros. Brutal en todas sus intervenciones destacando en “Un suspiro acompasado”, así como  en el apabullante final de “La canción más triste”. 


Y después de “El tango suicida”, una de las canciones más singulares de “Extremoduro” cerró la primera parte con la “Dulce introducción al caos”, pieza del álbum conceptual “La ley innata” en la que la “Flying V” del guitarrista Woody Amores volaba vertiginosamente hasta el destroyer final.


En la segunda parte escuchamos “Mayéutica” el último álbum conceptual recién publicado que ya ha calado entre los fans y representa toda una sinfonía hábil en ideas, matices y derroche de sonoridades. Ya desde su “Interludio” se desató la locura entre el público coreando a grito de “bailar como una puta loca”, con un gran solo de Hammond de Álvaro Rodríguez. ¡Qué gran músico! 

Y después de la “Coda Feliz” dejó para los bises los grandes éxitos: “Jesucristo García”, “Puta” y “Ama, ama y ensancha el alma”, culminando así un show que es para vivirlo, porque no hay suficiente espacio en este periódico para expresar la sensación con la que se fue el público del recinto. Y es que Robe es uno de los grandes con mayúsculas, sus canciones tienen tanto trasfondo, hay música, hay filosofía y están tan bien construidas que nos devuelve la esperanza a los amantes del rock. 


Crítica publicada en La Nueva España  



viernes, 8 de julio de 2022

La Ritirata: interpretando a Mancini

 



“La Ritirata”: Festival “Música Antigua Xixón”, Centro de Cultura Antiguo Instituto, jueves, 7 de julio de 2022. 


 El festival “Música Antigua Xixón” (MúAX), nació con la intención de visibilizar y divulgar el repertorio musical anterior a 1750 y a lo largo de estos años se ha convertido en una de las citas culturales imprescindibles de la ciudad. La presente edición celebra su 25º Aniversario con una programación ambiciosa entre talleres, conferencias, concursos, conciertos y un estreno a cargo de la prestigiosa formación “La Ritirata”, galardonados con importantes premios bajo la dirección del violonchelista barroco Josetxu Obregón y acompañado por Tamar Lalo (flauta), Vadym Makarenko (violín), Miriam Hontana (violín), Lola Fernández (viola) e Ignacio Prego (clave). 


“La Ritirata” dedica el programa entero al compositor napolitano Francesco Mancini (1672-1737), conmemorando así el 350 aniversario de su nacimiento, programa que ha sido premiado con la gira de la Asociación Española de Festivales de Música Clásica (FestClásica). Por este motivo tuvo lugar el estreno de la gira ante el aforo completo del patio del Antiguo Instituto, por otro lado, adaptado magníficamente a través de cortinas gigantes para convertirlo en un entorno adecuado para la escucha de estos repertorios. 


Así descubrimos parte de la obra de Francesco Mancini, un compositor que pasa desapercibido y, sin embargo, sus obras son verdaderas joyas del barroco napolitano. Tres conciertos para flauta y cuerda, dos oberturas de las óperas “Hydaspes” y “Trajano” (y un aria fuera de programa), la “Tocata 2ª di Cembalo per Studio” y la “Obertura de la cantata “Care mura beate” fue el repertorio ofrecido por “La Ritirata”, con una calidad de interpretación que certifica su prestigio. Destacamos el último concierto (nº 14) por su fantástica sonoridad y sus brillantes contrastes impecablemente articulados por la formación, dando muestras de empaste y muchas horas de ensayo conjunto. 

 

La sonora ovación dio lugar a una propina sorprendente: como estreno absoluto quisieron rendir homenaje a otro Mancini más conocido por sus bandas sonoras, interpretando la famosa “Pantera Rosa” en un arreglo a la manera de Francesco Mancini. Fabuloso. Además, al ser una pieza tan conocida nos dejó entrever peculiaridades compositivas del Mancini barroco. Sin duda un gran descubrimiento gracias, una vez más, al festival  “Música Antigua Xixón”.


jueves, 7 de julio de 2022

La mediocridad de Taburete

 


Festival Metrópoli, Recinto Ferial Luis Adaro. Miércoles, 6 de julio de 2022. 


Cuatro discos en el mercado lleva “Taburete” y el quinto a punto de salir (previsto para octubre), con algunas canciones que ya han sido avanzadas en formato single. Y tras un repaso por la mayor parte de su discografía seguía sin encontrar el motivo por el cual este dúo tiene tanto gancho. La voz de Guillermo Bárcenas es más bien mediocre, las progresiones armónicas  son tópicas y típicas de canciones infantiles, las melodías pobres e insulsas y los arreglos de lo más simple. Ni siquiera estos dos chicos madrileños destacan por tener un físico espectacular, claro que esto es muy subjetivo. En cuanto a las letras, la cosa no da para mucho: frases de corta y pega que parecen sacadas de libretas de su etapa de secundaria, con cierta reiteración al consumo de alcohol y a la apertura de piernas, (“Yo mataría por estar entre tus piernas”, frase de la canción “Entre tus piernas” o “Esperando que abras las piernas y me dejes pasar”, de la canción “Belerofón”). Por cierto, las dos canciones citadas son del mismo disco, prueba de poca capacidad inventiva.  


Viendo que lo grabado no había por donde cogerlo pensé que, quizás, tuvieran un directo potente, de esos que pegan en el pecho y vibran hasta las farolas. A veces pasa. Y el Festival “Metrópoli” era la excusa perfecta para comprobarlo: muy buena capacidad de aforo al aire libre, un precio de entrada muy atractivo para todo tipo de gente y una noche con una temperatura ideal para Gijón.

 

Batería, bajo, guitarras y teclados y hasta un trompetista que apenas tuvo intervenciones acompañaron al dúo; probablemente muy buenos músicos todos ellos, pero sin hueco para mostrar su talento. El caso es que en directo los de Taburete me parecieron más mediocres aún si cabe. Claro que es mi opinión, probablemente no compartida con gran parte del aforo abarrotado hasta la bandera que no dejaron de corear algunas de sus canciones a garganta viva  entre cañas y selfies. 


En fin, Guillermo Bárcenas y Antón Carreño son un claro ejemplo de esa “segunda generación rica” que captan seguidores por cuestiones ajenas a la música, bien sea por afinidad política o bien por el morbo de ser hijo y nieto de personajes corruptos. Desde luego por su talento musical no es. 

Por suerte, en las carpas cercanas al escenario pudimos encontrar bandas con grandes músicos tocando en directo que nos dulcificaron el oído antes y después del susodicho concierto. Y sin tanta parafernalia. 


Crítica publicada en La Nueva España