Queen + Adam Lambert Tour. WiZink Center de
Madrid, sábado 9 de junio.
Vaya por delante que Freddy Mercury es un artista único e irrepetible y que
desde su muerte (1991), Queen cerró su etapa como una de las mejores bandas de
toda la historia del rock. Pero, siendo objetivos y dejando a un lado
nostalgias, pasiones y todo aquello que “pudo haber sido si...”, lo mejor de la
banda británica han sido sus grandes canciones, -la mayoría compuestas por
Mercury, cierto-. Y las canciones siguen vivas y seguirán por muchas
generaciones. Unos cuantos revivals e intentos de volver a formar Queen
me vienen a la memoria, pero ninguno acabó de cuajar, porque no se puede
“sustituir” al gran Freddy. Y ahora con Adam Lambert han acertado de
pleno. Porque Lambert no imita a
Mercury, no canta como él ni tiene su personalidad. Es un artista con identidad
propia, capaz de cantar las canciones de Queen e incluso mejorar algunas, que
ya es difícil.
El 40’ Aniversario del icónico disco “News of the World”, era la excusa
para la gira de Queen + Adam Lambert. Olvidada la puntualidad inglesa
(casi veinte minutos), apareció en pantalla el inquietante robot del disco
mencionado en una imagen en 3D, y con un preciso y brutal puñetazo del robot
dio comienzo el impecable show, que mantuvo la coherencia de principio a fin.
Para “romper”, la poco conocida “Tear It Up”, seguida de “Seven Seas of Rhye” y
“Tie Your Mother Down”: impecable estética, buen sonido y muchos coros grabados
como es habitual en Queen. Con “Play the Game” el público se rindió a los
pies de Brian May que fue ovacionado en cada intervención.
El escenario en forma de guitarra y el mástil entrando en la pista, era el sitio
perfecto para la intimidad con el público. Después del apoteósico “I Want It
All”, Brian May -gran protagonista y muy en forma con las seis cuerdas-, sentado
en el extremo del mástil interpretó un fragmento del Concierto de Aranjuez y
nos invitó a cantar “Love of my life”, terminando con un holograma de Freddy en
la pantalla. Sin duda, un momento especial, como lo fue también antes de los
bises la proyección de Mercury, interactuando con más de 17.000 personas que
abarrotábamos el WiZink Center de Madrid. La magia de la tecnología.
La estética del espectáculo impecable -no esperábamos menos-, y sobre todo
coherente con cada tema: las bicicletas rosas de “Bicycle Race”, la bola de
discoteca de “I Want to Break Free”, las imágenes y los rayos láser de “Radio
Ga ga” o la mano del robot elevando a Brian May en una plataforma son solo
algunos ejemplos. El espectáculo se abrió con el robot del disco “News of the
World” y se cerró con dos de los grandes éxitos que formaron parte de este
álbum: “We Will Rock You” y por supuesto “We are the Champions”, con Adam
Lambert coronado.
Afirmaba que Adam Lambert mejora algunas
de las canciones de Queen. Prueba de ello son “The Show Must go On”,
“Bohemian Rhapsody” o “Who Wants To Live Forever”. Pero, además de cantar muy bien y ser guapo
(muy George Michel), lo que más destacaría de este artista es su humildad en el
escenario: sabe ser el protagonista, con descaro y chulería cuando le toca y
sabe quedarse en la sombra cuando es el momento de Brian May, de Roger Taylor o
del mismísimo Freddy, bien sea en imágenes o en hologramas. Sin duda, con Adam
Lambert la banda británica es capaz de mantener viva su propia esencia. Larga
vida a Queen.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España