sábado, 31 de agosto de 2013

AUTECHRE, la innovación del sonido




Uno de los principales motivos que me llevó a estudiar Musicología (hay muchos otros)   es la posibilidad de adquirir la  suficiente destreza para hablar de  música con objetividad, con conocimiento de causa desde las más profundas raíces  y viendo las aportaciones que se han ido añadiendo a lo largo de los siglos, cuyos elementos están conectados con la historia de la humanidad en sí, es decir, que no surge como algo aislado.  Poder juzgar la música dejando a un lado los juicios pasionales es algo que poco a poco voy consiguiendo, gracias a los conocimientos adquiridos y también a la edad que tengo.  Con 20 años era capaz de debatir con cualquiera si este músico es bueno, malo o este grupo es mejor y peor.  Pero me doy cuenta  de que mi juicio se fundamentaba en la pasión que me provocaba la música. Y cuando hay pasión no hay objetividad. 
   A donde quiero llegar es que, antes, si me gustaba era bueno, si no me gustaba era malo y también había una tercera posibilidad que era "no me gusta pero lo respeto".  Esta tercera posibilidad se asentaba principalmente en la opinión de "los otros", es decir " no me gusta pero fulanito y menganito dicen que son buenos así que para no quedar de ignorante yo digo que sí lo son".  Como he dicho antes poco a poco me voy desprendiendo de esas pasiones y contemplo la música con objetividad.
Y siendo objetiva hablaré de un grupo que no diré "no me gusta" aunque  si puedo decir "no me apasiona", pero ahí están...

 AUTECHRE,  un dúo  formado por Rob Brown y Seath Booth ,  a base de muchos años experimentando con la tecnología y la creación de sonidos a través de sintetizadores, del software más sofisticado  y de la combinación de todos los elementos tecnológicos posibles, se han convertido en un importante referente y una fuente de sonidos, de los cuales otros se sirven.  Y esto es fundamental. 

 Casi ninguna  innovación surge en la música occidental en lo que a intervalos se refiere o a estructuras de la obra.  Algunos dicen que está todo inventado,- esa frase  la oigo desde que tengo uso de razón y,  por aquel tiempo aún  no existían los teléfonos móviles entre otros miles de inventos- pero en la música jamás estará todo inventado, ¿por qué?  Porque, en la medida en que se puede cuantificar  sabemos que las combinaciones, permutaciones y variaciones  posibles  -si no infinitas-  alcanzan unas cifras que nuestros pequeñitos cerebros no son capaces de abarcar.  Pero es que además, en la música no todo es cuantificable,  porque intervienen todos esos factores que pertenecen a la región más espiritual del ser humano.  Me gusta ese tema, ¿por qué?, no sé, simplemente me gusta.  
Desde luego en cuestión de sonidos aún estamos en la adolescencia.  El siglo XX ha dado un salto muy grande, absorbiendo sonidos de la naturaleza, sonidos industriales producidos por máquinas, - para algunos simplemente ruido-, integrándolos al conjunto sonoro   y desarrollando una tecnología capaz de crear nuevos sonidos.  

En el siglo XXI, es  importante distinguir cuándo un sonido es materia prima auténtica o es un refrito extraído de algún otro sitio.  Hoy en día con toda la tecnología que tenemos a nuestro alcance es difícil innovar sonidos, porque estamos atravesando un momento de "saturación del espectro sonoro".  Pero en realidad no es así, siempre aparecen cosas nuevas y siempre hay creadores que van más allá y sirven de referente para los demás. AUTECHRE lo consigue. Los productores y compositores  de grupos y bandas de hip-hop, electrónica, dance, pop, bandas sonoras, etc., lo saben y por ello utilizan sus sonidos y su forma de producir la música como manual de cabecera para inspirarse  y porqué no, también para copiar.   En cuestión de sonidos son grandes pioneros.
http://www.youtube.com/watch?v=gRgTIX4zGk4
http://youtu.be/FLK70Ipe-tI