Mike Farris & The Fortunate Few. Teatro de la Laboral, domingo 7 de octubre.
La calidad vocal del cantante Mike Farris no es
equiparable a la cantidad de entradas vendidas para su concierto en el teatro
de la Laboral: congregó a escasa media butaca de fans. Sin embargo, hay que
decir que los pocos cientos de asistentes disfrutaron de uno de los
conciertos más interesantes que rodaron este año por Gijón. Mike Farris
posee una voz prodigiosa y no escatimó ni un solo giro.
Comenzó puntual y tocó uno a uno los temas que
conforman su nuevo disco “Silver and Stone”, junto con su nueva banda “The Fortunate Few”, compuesta por Jordan
Hymon (batería), Justin Ferwerda (bajo) y Bart Walker (guitarra). Con este trabajo, Farris regresa al rock-blues con
toques soul de sus orígenes, más cercano a “Screamin’ Cheetah
Wheelies”, el grupo con el que se consagró como
vocalista, alejándose bastante de la línea del gospel religioso y melódico de
los anteriores discos que le llevaron a conseguir un Grammy en el 2015.
Concretamente su anterior trabajo, 'Shine for All the People', fue
premiado como mejor álbum de raíces gospel. Quizás sus fans andaban despistados
o quizás no les convenció el cambio de estilo, sin embargo, para mi gusto la
banda gana con el cambio.
Temas largos y elaborados como “Are you lonely for me
baby?”, con solos de guitarra cuidados y un fraseo vocal impecable pusieron al
público en pie, respondiendo con los coros. Podríamos destacar la precisión
instrumental de “Snap your fingers” o el tema dedicado a su esposa “Let
me love you baby”, tocado con gran sentimiento. También sonaron temas de sus
discos anteriores con arreglos más cañeros y muy bien tocados.
Las letras de
Farris son, quizás, lo menos cuidado. Su inmersión el mundo de las drogas (que
le llevó a la desesperación) y su posterior recuperación a base de experiencias
en el mundo de la religión, da como producto unos versos que bien podría
haberlos escrito un adolescente cualquiera: demasiado obvios . Pero como canta
en inglés es fácil desconectar de sus letras y centrarse sólo en la música.
Sin duda,
es un acontecimiento escuchar a este cantante en directo cuyo timbre en algunos
registros recuerda mucho al ex de Deep Purple, Glenn Hughes. Los giros vocales,
la amplia tesitura, la potencia, una afinación impecable y, sobre todo, buen
gusto convierten a Mike Farris en uno de los mejores cantantes del género. Un
buen concierto y un buen disco.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España
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