martes, 9 de octubre de 2018

Mike Farris: poco público para escuchar una gran voz

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Mike Farris & The Fortunate Few. Teatro de la Laboral, domingo 7 de octubre.

La calidad vocal del cantante Mike Farris no es equiparable a la cantidad de entradas vendidas para su concierto en el teatro de la Laboral: congregó a escasa media butaca de fans. Sin embargo, hay que decir que los pocos cientos de asistentes disfrutaron de uno de los  conciertos más interesantes que rodaron este año por Gijón. Mike Farris posee una voz prodigiosa y no escatimó ni un solo giro.

Comenzó puntual y tocó uno a uno los temas que conforman  su nuevo disco “Silver and Stone”, junto con su nueva banda “The Fortunate Few”, compuesta por Jordan Hymon (batería), Justin Ferwerda (bajo) y Bart Walker (guitarra). Con este trabajo, Farris regresa al rock-blues con toques soul de sus orígenes, más cercano a  “Screamin’ Cheetah Wheelies”, el grupo con el que se consagró como vocalista, alejándose bastante de la línea del gospel religioso y melódico de los anteriores discos que le llevaron a conseguir un Grammy en el 2015. Concretamente  su anterior trabajo, 'Shine for All the People', fue premiado como mejor álbum de raíces gospel. Quizás sus fans andaban despistados o quizás no les convenció el cambio de estilo, sin embargo, para mi gusto la banda gana con el cambio.
Temas largos y elaborados como “Are you lonely for me baby?”, con solos de guitarra cuidados y un fraseo vocal impecable pusieron al público en pie, respondiendo con los coros. Podríamos destacar la precisión instrumental de “Snap your fingers” o el tema dedicado a su esposa  “Let me love you baby”, tocado con gran sentimiento. También sonaron temas de sus discos anteriores con arreglos más cañeros y muy bien tocados.
 Las letras de Farris son, quizás, lo menos cuidado. Su inmersión el mundo de las drogas (que le llevó a la desesperación) y su posterior recuperación a base de experiencias en el mundo de la religión, da como producto unos versos que bien podría haberlos escrito un adolescente cualquiera: demasiado obvios . Pero como canta en inglés es fácil desconectar de sus letras y centrarse sólo en la música.


Sin duda, es un acontecimiento escuchar a este cantante en directo cuyo timbre en algunos registros recuerda mucho al ex de Deep Purple, Glenn Hughes. Los giros vocales, la amplia tesitura, la potencia, una afinación impecable y, sobre todo, buen gusto convierten a Mike Farris en uno de los mejores cantantes del género. Un buen concierto y un buen disco.

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España 

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