The Jayhawks + The Ships. Gijón Sound Festival. Sala Albéniz. Sábado
18 de Abril.
Los norteamericanos The Jayhawks llegan al Gijón Sound
Festival precedidos por la banda The Ships, formada por el respetadísimo
Paco Loco, junto con Juan Ewan y Dani Llamas, con disco recién estrenado y
totalmente entregados al aforo completo de la sala Albéniz. Tras su
brillante actuación el buen rollo estaba servido, en parte porque
cualquier hazaña en la que se involucre Paco será bienvenida en Gijón,
pero, además porque conectaron perfectamente y dejaron al público con ganas de
pasárselo muy bien el resto de la noche.
Tras los cambios de instrumental oportunos con la mayor
brevedad posible llega la actuación de los Jayhawks, abriendo con “I’m gonna
make you love me”, tema que recuerda a los Credence Clearwater
Revival. The Jayhawks es de esas bandas que se pueden permitir el
lujo de vivir de rentas sin sacar nada nuevo o anunciando eternamente que están
en ello, aunque lleven cuatro años con el mismo discurso, pues el líder de la
banda Gary Louris está dotado de ese particular duende que le hace crear
melodías que se convierten rápidamente en himnos.
Muchos cambios ha habido en esta banda de rock alternativo
country, pero es en esta última formación donde más se acercan al pop. Gary
Louris con sus guitarras “Gibson SG” y “Flying V” lleva el peso de los solos y
las composiciones melódicas, pero también contribuyen a esa creación la
teclista Karen Grotberg, que se encarga de los sonidos de piano y de Hammond,
además de los coros, el bajista Marc Perlman, el más antiguo de la formación
junto con el propio Gary, Tim O’Reagan a la batería y cantante principal en
algún tema y el segundo guitarra Kraig Johnson que no me dijo en particular
salvo que aporta grosor al sonido.
Durante hora y media el público cantó y tarareó los temas
más emblemáticos rescatados de sus discos anteriores, temas como
“Ain’t no End”, “Big Star”, las coreadísimas “Save it for a Rainy
Day” y “Bad Time”, el hit “Blue”, “All the Right Reasons” “Angelyne”,
etc. El momento cumbre del concierto se logró con la participación en el
escenario de Paco Loco, al que Gary reclamó su presencia contando con la
complicidad del público para que subiera. Con su particular forma de solear
conquistó a todos los presentes que no dejaron de corear “Paco, Paco….”. Ya
en el último bis se reclamó de nuevo su presencia para acompañar con la
guitarra el tema “Tailspin”. Un gran éxito.
A base de buen rollo por parte de todos la noche fue
especial, no importaba que la guitarra de Kraig Johnson se pasó medio concierto
semitonada, tampoco importaban los desafines puntuales de la voz y de los coros
(muy evidentes en “I’d Run Away” y en otras), los gambazos de las guitarras,
los solos blandengues o los desajustes rítmicos que provocaron que en dos temas
tuvieran que volver a empezar. Las composiciones están ahí para disfrutar
y el público iba a eso.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España
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