domingo, 18 de diciembre de 2022

Nina Simone en versión Góspel

 


“Harlem Gospel Choir”, Festival “Grandes del Gospel”. Teatro Jovellanos, sábado, 17 de diciembre de 2022. 


La cita del gospel en Gijón volvió a contar con los neoyorquinos “Harlem Gospel Choir” y una vez más triunfaron con su peculiaridad de hacer tributos a grandes artistas vinculados a las iglesias negras y combinar éxitos comerciales con clásicos del gospel. En 2017 visitaron por última vez el Jovellanos rindiendo homenaje a Beyoncé y en esta ocasión eligieron a Nina Simone y sus grandes hits.

Nueve voces de incuestionable calidad, arropadas por un batería y un teclista, se ganaron grandes ovaciones del teatro abarrotado a base de simpatía e interacción constante con el público. Del repertorio escogido destacó la versión de “Feeling Good”, cantada por la imponente voz de Julian y “Don’t Let Me Be Misunderstood”, en la tesitura contralto de Kiara, cuyos graves casi igualaban a los de Nina Simone. “Ne me quitte pas”, grabada por Simone para su icónico álbum “I Put A Spell On You” de 1965, fue interpretada en esta ocasión por Carolinne en una original versión gospel que puso al público en pie. 

Esta formación tiene mucha experiencia en los escenarios y saben escoger y ordenar el repertorio para mantener una fiesta constante y la única pega que se les puede poner es en cuanto a instrumentación. El teclista se encarga de tocar el piano con la mano derecha, dejando la izquierda para hacer los bajos, muy bien, dicho sea de paso. La cuestión es que para solventar el hipotético vacío utiliza sonidos de cuerdas a modo de colchón para rellenar y lo que consigue es un efecto sonoro muy monótono y pasado de moda. Creo que una agrupación de este nivel se puede permitir más músicos. Por lo demás, son geniales.



Crítica publicada en La Nueva España


sábado, 17 de diciembre de 2022

The Black Heritage Choir: recordando a Aretha Franklin

 “The Black Heritage Choir”, Festival Grandes del Gospel. Teatro Jovellanos, 16 de diciembre de 2022. 


Tanto en el soul como en el góspel, la voz de Aretha Franklin es inimitable y no tiene parangón. En mi opinión, nadie consigue igualar tal calidad vocal en timbre, en tesitura y, por supuesto, en técnica. Su doble álbum “Amazing Grace” grabado en 1972, precisamente en una etapa en la que su voz gozaba del máximo esplendor, se convirtió en el disco de más éxito y el más vendido de todos los tiempos dentro del género góspel. Cincuenta años después, es de justicia que se rinda homenaje a esta joya de la música, sin embargo, no es fácil acometer tal envergadura, ¿quién se atreve a cantar por Aretha sin que surjan las comparaciones? “The Black Heritage Choir”, formado por una selección de las mejores voces integrantes del “Mississippi Máss Choir”, es la excepción.

El público fue fiel a la cita “Grandes del Gospel” una vez más y abarrotó el Jovellanos para escuchar casi íntegro el álbum “Amazing Grace”, al que se añadió el tema de Otis Redding “Respect”, convertido por Aretha en un símbolo feminista con su nueva adaptación, y “Oh, Happy Day”, como no podía ser de otra forma para finalizar el concierto. 

La formación instrumental cumplió su función. La parte coral fue brillante en afinación, dinámicas y sobre todo en empaste, manifestando la dilatada experiencia. En cuanto a los solistas, varias voces compartieron protagonismo, destacando a Katie Graham y, sobre todo, Sheila Ramsey, que estuvo divina y brillante. 

Ha sido muy inteligente no dejar todo el peso vocal en una sola protagonista y así evitar comparaciones con la mejor voz de todos los tiempos. “The Black Heritage Choir” han hecho un homenaje merecido y bien ejecutado. 



Crítica publicada en La Nueva España


domingo, 11 de diciembre de 2022

La audacia de Noelia Rodriles.

 


Sociedad Filarmónica de Gijón. Teatro Jovellanos, miércoles, 7 de diciembre de 2022. 


De las manos de la pianista asturiana Noelia Rodiles tuvimos ocasión de escuchar un

combinado en el que se mezclaron piezas muy famosas de Schubert con obras prácticamente

olvidadas o desconocidas de autores como Martín Sánchez Allú, Jesús Rueda o Benjamín

Orbón. Un magnífico recital que confirmó la buena técnica de la pianista y contribuyó a situar

a la Sociedad Filarmónica de Gijón entre las mejores programaciones de música de cámara

que tenemos en el país. 

Comenzó con la “Sonata para piano op. 1” de Sánchez Allú, una obra rescatada por Rodiles a

través de un proyecto de la Fundación Juan March, compuesta en pleno romanticismo (1853),

sin embargo, de corte totalmente clásico.  Estuvo bien para entrar en calor, pero fue la

“Sonata nº 5” de Jesús Rueda la que dejó a los espectadores con la respiración contenida.

Compuesta por encargo de Rodiles e inspirada en los “Papillons” de Schumann, aunaba en

sus tres movimientos sonoridades de Ravel, Debussy o Poulenc y representaba la ligereza y

el caos provocado por el “efecto mariposa”. Una gran composición y una interpretación

sublime que merece la pena escuchar de nuevo. 

Tras la pausa, tiempo de relax y dulzor para escuchar “Seis momentos musicales” de

Franz Schubert: composición prodigiosamente inspirada y bien interpretada por la pianista.  

Los aplausos dieron lugar a dos propinas: una famosa pieza de “Orfeo et Eurídice” de Gluck

y la “Rapsodia asturiana” de Benjamín Orbón, esta última totalmente desconocida y de gran

belleza y calidad.

Lo mejor de Noelia Rodiles es saber combinar bien su repertorio para agradar al público con

clásicos y descubrir obras olvidadas. Una pianista muy audaz. 

Crítica publicada en La Nueva España







domingo, 4 de diciembre de 2022

Mapi Quintana: “Música pa tornar pájaros”




 Mapi Quintana: “Música pa tornar pájaros”. Teatro de la Laboral, sábado 3 de diciembre de 2022. 


Me va a faltar espacio para resaltar las buenas ideas y la cantidad de matices que imprimió Mapi Quintana a su espectáculo “Música pa tornar pájaros”, estrenado por primera vez en Asturias este sábado frente a un numeroso público. La cantante y compositora asturiana volcó su capacidad creativa en un repertorio que fue compuesto especialmente por encargo del Principado para el concierto inaugural del “Festival Intercéltico de Lorient”, en el que Asturias fue la invitada de honor. Mapi Quintana se rodeó de grandes músicos para recrear canciones en las que fusiona jazz, impresionismo y canción asturiana, en una amalgama de sonoridades que encajan perfectamente y sitúan a la compositora en la élite asturiana. 

El piano de César Latorre, magnífico como siempre, daba paso a una armonización a tres voces compleja y bien afinada por la protagonista junto con Sonia Cartón y María Sanmiguel en “Vivir en la Montaña”. El repertorio avanzaba con destacados temas como “Saile”, en honor a su compañero fallecido Elías García, con una magnífica intervención de trompeta con sordina de Thomas Welvaadt y la percusión de Juanjo Díaz. 

Un ejemplo de creatividad fue “Ornitólogo de guardia”, basada en la transcripción del canto de algunos pájaros como habían hecho grandes compositores, como el finlandés Rautavaara y especialmente Oliver Messiaen.  Una muestra de que el nivel cultural y musical de Mapi Quintana está muy arriba. 

En definitiva, con este concierto se confirma que en Asturias tenemos grandes músicos que hay que cuidar para que no tengan que emigrar y  encargos como este son muy necesarios. 


Crítica publicada en La Nueva España