viernes, 8 de mayo de 2015

Un trovador australiano para el Gijón Sound Festival

Scott Matthew en la sala Acapulco del Casino de Gijón. Gijón Sound Festival, viernes 17 abril.

El australiano Scott Matthew era uno de los artistas más esperados  para la tercera edición del Gijón Sound Festival, sin embargo,  paradójicamente  no es una de las figuras que más público atrae.  Su particular forma de cantar y contar historias sobre la vida cotidiana está reservada para minorías que buscan una tranquila alternativa a lo que se escucha en la radio fórmula.
Alrededor de 100 personas ocuparon las sillas dispuestas en medio de la pista de la sala Acapulco  para presenciar el  estreno del quinto disco del cantautor residente en Nueva York, ”This Here Deafeat”. Un álbum con 10 temas lentos que hablan de tristezas, desamor, desencuentros y derrotas como el título del álbum.  Su  peculiar voz dotada de cierto encanto desgarrado y llena de melancolía imprime un sello de identidad un tanto diferente, pero que no haya malos entendidos, a pesar de la temática de sus letras huye del victimismo recurrente y cuenta lo que cuenta con cierta lejanía.  Como buen trovador que es.

Su participación en la banda sonora y en algún fragmento (como músico) de la película “Shortbuss”, dirigida por John Cameron Mitchell, contribuyó enormemente a su despegue comercial. El film fue muy polémico porque contiene algunas escenas con sexo real y, como todos sabemos,  no hay nada que venda más que el sexo, bien sea para aplaudirlo o para repudiarlo. La cuestión es que muchos se fijaron en su música y la demanda de sus conciertos hace que actualmente tenga colapsado el calendario de su gira.  Basta con echarle un ojo a su página web y podemos ver los pocos días de descanso que hay intercalados en el mes de abril, sólo tres, y si miramos los destinos aparecen  Alemania, Suiza, Portugal, Francia, Italia y tres conciertos en España Barcelona, Madrid y Gijón. ¡Agotador!

Un tema tras otro fuimos conociendo su nuevo trabajo, acompañado por sus tres amigos tocando el piano, la guitarra y el chelo para imprimirle un plus de melancolía a su música.  En ocasiones Scott Matthew se agarra al ukelele, instrumento al que le tiene un cariño especial, como manifestó él mismo sentado en un taburete con una copa de vino en la mano. También pudimos escuchar algún cover,  entre ellos el  tema popularizado por Whitney Houston  "I Wanna Dance With Somebody", compuesto por George Merrill y Shannon Rubicam. Por supuesto, su forma de interpretar  este tema dista mucho de la versión bailable y alegre de la fallecida cantante. Fue chocante pero estuvo logrado.   


En definitiva, el público que asiste a los conciertos de Scott Matthew va en busca de una experiencia emocional diferente, así que mencionar que me hubiera gustado escuchar mejores arreglos instrumentales, no tan básicos, repetitivos y carentes de recursos, quizás esté de más. 
Crítica de Mar Norlander para el periódico La Nueva España

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