lunes, 27 de octubre de 2025

Gianni Schicchi, una ópera con alma joven.

 

“Gianni Schicchi para la infancia”. Organiza: Sociedad Filarmónica de Gijón. Teatro Jovellanos, domingo, 26 de octubre de 2025.

La creadora y directora Maite García Heres, al frente de la “La Federica”, sorprende una vez más con la ópera cómica “Gianni Schicchi”, de Giacomo Puccini, en una versión adaptada para público infantil, traída a Gijón por la Sociedad Filarmónica. Pero lo que realmente cautiva no es solo la frescura de la propuesta, sino la implicación y el talento de los jóvenes intérpretes, cuyas edades oscilan entre 9 y 15 años. 

La historia —una divertida comedia de enredos sobre la avaricia, el ingenio y el amor— presenta al astuto Gianni Schicchi, quien logra burlar a una familia hipócrita para quedarse con los bienes del difunto Buoso Donati: una casa, un molino, una mula y un jugoso capital.

En esta versión infantil, la esencia cómica y moral del original se mantiene, pero con una frescura que la hace cercana y comprensible para todas las edades. Destacaron varias voces,  especialmente la de Simón, que interpretó su papel con credibilidad; también la del propio Gianni Schicchi, cuya emisión vocal y afinación sorprendieron por su madurez y peculiar timbre. Lauretta, por su parte, brilló al defender con seguridad y potencia la célebre aria O mio babbino caro, uno de los momentos más aplaudidos de la función.

Casi una veintena de jóvenes artistas demostraron conocer su papel al detalle y lo defendieron con tal entusiasmo y precisión que el público del Jovellanos tuvo la sensación de estar ante plenos profesionales. La representación contó además con una reducida orquesta de siete músicos, que supo extraer toda la esencia de la partitura original con gusto y equilibrio.

La propuesta de García Heres, además de acercar la ópera a los más pequeños, demuestra que el arte lírico puede ser también un terreno fértil para la formación y la ilusión juvenil. Un trabajo cuidado, fresco y con alma, que deja con ganas de volver a ver al elenco sobre el escenario.

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

Ana Belén: mucho más que oficio.

 

                       Foto: Luisma Murias


 Tour “Más D Ana”, Teatro de la Laboral, Gijón, sábado, 25 de octubre de 2025.

Tras seis años de silencio musical, la vuelta de Ana Belén a Gijón garantizaba el lleno absoluto. Y así fue. El tour “Más D Ana” es toda una lección de oficio, calidad, elegancia y carisma, con un recorrido por más de una veintena de canciones icónicas y la inevitable renuncia a muchas otras: su fecunda carrera ofrece material de sobra donde elegir.

El tour se solapa con su nuevo disco, recién publicado, con canciones que apuntan a formar parte de sus nutridos himnos, como la homónima “Vengo con los ojos nuevos”, la glamurosa “Cinecittá” o “Que no hablen en mi nombre”, dedicada a las niñas de Palestina.  

Arropada por seis músicos y con su hijo, David San José, al piano y la dirección musical, ofreció un concierto magistral y equilibrado entre memoria y actualidad. Abrió conSolo le pido a Dios” y selló la noche con “España camisa blanca, “La puerta de Alcalá y “Balancê. Entre medias, todo un desfile de joyas entre las que destacaron por su sonoridad “Lía, “Peces de ciudad, “El hombre del piano” y “A la sombra de un león”. En ellas volvió a demostrar por qué es una de las grandes voces: no dejó ni una sola frase para que el público hiciera su trabajo; afinación perfecta, técnica inmejorable, sensibilidad y potencia intacta.

Uno de los momentos más exigentes llegó con “La salida no es por ahí, compuesta por Michel Camilo y con letra de Víctor Manuel: difícil, intrincada, casi jazzística, e interpretada con una solvencia admirable.

No me convenció el nuevo arreglo de “Contamíname: su introducción desconcierta y los coros no terminan de encajar. Tampoco la nueva bachata, pese a su éxito radiofónico, está por debajo del nivel del resto del repertorio y difícilmente pasará a la posteridad. El resto, impecable.

A la salida, las caras de satisfacción del público confirmaban que lo vivido aquella noche había sido sencillamente inolvidable, y la entrada, para enmarcar.  

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España. 

lunes, 13 de octubre de 2025

El Cuarteto Casals deja boquiabierto al Jovellanos.

 


Sociedad Filarmónica de Gijón. Teatro Jovellanos, sábado 11 de octubre de 2025. 

El Cuarteto Casals dejó boquiabierto al aforo del Jovellanos y demostró por qué se sitúa entre las formaciones camerísticas más destacadas de nuestro tiempo. Se trataba del concierto inaugural de la temporada de la Sociedad Filarmónica y, para la ocasión, se seleccionó un programa tan ambicioso como coherente: el “Cuarteto n.º 3” de Arriaga, el “Cuarteto n.º 3” de Shostakovich y el “Op. 130” incluida la “Gran Fuga” de Beethoven. Ambicioso, porque requiere un conocimiento profundo de diferentes técnicas y sonoridades; y coherente, porque en las tres obras late la esencia beethoveniana. 

En el bellísimo cuarteto de Arriaga, el conjunto mostró una lectura de gran elegancia y claridad. La articulación fue precisa, el equilibrio entre voces impecable, y la calidez del sonido reveló tanto el refinamiento clásico como las intuiciones románticas del joven compositor bilbaíno.

El cuarteto de Shostakovich tiene tanta intensidad emocional que es difícil de ejecutar con precisión sin caer en la monotonía. La interpretación del Casals fue impecable: la expresividad y la infinidad de matices provocaron que buena parte del público se le descolgara la mandíbula según avanzaban los cinco movimientos. Bravo, bravísimo.

Y para rematar la velada, el Op.130 incluyendo la “Gran Fugafinal. Beethoven la había concebido como cierre del cuarteto, pero su estilo radicalmente innovador y el rechazo de público y editor lo llevaron a sustituirla por un movimiento más ligero, publicándose aparte como “Opus 133”. Es poco habitual escucharla integrada, y el Cuarteto Casals asumió el desafío con valentía y lucidez. Su rigor estructural y su fuerza visionaria se manifestaron aquí en una interpretación tensa, musculosa, pero nunca desmesurada. 

El público celebró una apertura de temporada memorable. El Casals no solo demostró su excelencia técnica, sino su capacidad para transformar la precisión en emoción y el estudio riguroso en arte vivo. Larga vida al Cuarteto Casals y que vuelvan pronto. 

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España



Nicolas Altstaedt y Nuno Coelho inauguran con solvencia el curso sinfónico.

 



Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA)

Solista: Nicolas Alstaedt (violonchelo)

Lugar y fecha: Teatro Jovellanos,  jueves, 9 octubre, 2025.

Director: Nuno Coelho


Con un aforo discreto, arrancó la temporada de abono de la OSPA en el Teatro Jovellanos, contando con la colaboración de uno de los más importantes chelistas de la escena internacional, Nicolas Altstaedt. El francoalemán, ya familiarizado con la Sinfónica, escogió para la ocasión el interesante y enigmático “Concierto para violonchelo”  del inglés William Walton, obra con la que se lució ampliamente. Su sonido, amplio y profundo, de cálida resonancia, fue lo más destacado. El Allegro appassionato resultó impactante, y las crines del arco de Altstaedt apenas resistían el virtuosismo que exigía  la partitura; sin embargo, la madurez y solidez técnica obraron en su favor. La batuta de Nuno Coelho mantuvo un diálogo equilibrado entre solista y orquesta, haciendo crecer la sonoridad que requería la compleja partitura. El resultado fue una interpretación coherente y convincente, que confirmó a Altstaedt como uno de los violonchelistas más destacados de su generación, y nuestra orquesta autonómica, en buena forma y con posibilidades de crecer ahora que hay mayor competencia en el panorama regional.  

Tras la sonora ovación y el descanso para cambio de atriles, volvió la OSPA en pleno para interpretar la “Sinfonía n.º 9 en do mayor” de Schubert, identificada así en el ámbito anglosajón, mientras que las ediciones germanas la catalogan como Séptima u Octava.  Más allá de cuestiones de numeración, la interpretación fue brillante. La orquesta ofreció una lectura de gran cohesión y energía, que pareció fruto de largas sesiones de ensayo. La firmeza de Coelho resultó decisiva para mantener la arquitectura y el pulso de una obra de gran envergadura, cargada de bellísimas melodías que transitan con naturalidad. Nadie como Schubert para aunar belleza y coherencia sin perder el sentido sinfónico; y, aunque es una sinfonía extensa resulta breve.

En definitiva, un inicio de temporada prometedor que evidencia el excelente entendimiento entre director y orquesta y augura grandes veladas. 

Crítica de Mar Norlander para La Nueva España