lunes, 13 de octubre de 2025

Nicolas Altstaedt y Nuno Coelho inauguran con solvencia el curso sinfónico.

 



Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA)

Solista: Nicolas Alstaedt (violonchelo)

Lugar y fecha: Teatro Jovellanos,  jueves, 9 octubre, 2025.

Director: Nuno Coelho


Con un aforo discreto, arrancó la temporada de abono de la OSPA en el Teatro Jovellanos, contando con la colaboración de uno de los más importantes chelistas de la escena internacional, Nicolas Altstaedt. El francoalemán, ya familiarizado con la Sinfónica, escogió para la ocasión el interesante y enigmático “Concierto para violonchelo”  del inglés William Walton, obra con la que se lució ampliamente. Su sonido, amplio y profundo, de cálida resonancia, fue lo más destacado. El Allegro appassionato resultó impactante, y las crines del arco de Altstaedt apenas resistían el virtuosismo que exigía  la partitura; sin embargo, la madurez y solidez técnica obraron en su favor. La batuta de Nuno Coelho mantuvo un diálogo equilibrado entre solista y orquesta, haciendo crecer la sonoridad que requería la compleja partitura. El resultado fue una interpretación coherente y convincente, que confirmó a Altstaedt como uno de los violonchelistas más destacados de su generación, y nuestra orquesta autonómica, en buena forma y con posibilidades de crecer ahora que hay mayor competencia en el panorama regional.  

Tras la sonora ovación y el descanso para cambio de atriles, volvió la OSPA en pleno para interpretar la “Sinfonía n.º 9 en do mayor” de Schubert, identificada así en el ámbito anglosajón, mientras que las ediciones germanas la catalogan como Séptima u Octava.  Más allá de cuestiones de numeración, la interpretación fue brillante. La orquesta ofreció una lectura de gran cohesión y energía, que pareció fruto de largas sesiones de ensayo. La firmeza de Coelho resultó decisiva para mantener la arquitectura y el pulso de una obra de gran envergadura, cargada de bellísimas melodías que transitan con naturalidad. Nadie como Schubert para aunar belleza y coherencia sin perder el sentido sinfónico; y, aunque es una sinfonía extensa resulta breve.

En definitiva, un inicio de temporada prometedor que evidencia el excelente entendimiento entre director y orquesta y augura grandes veladas. 

Crítica de Mar Norlander para La Nueva España


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