Grison
Beatbox, “En Bucle”. Teatro de la Laboral, viernes 12 de diciembre de 2025.
“En bucle” es el show que Grison presentó en el
Teatro de la Laboral, una propuesta a medio camino entre la comedia y la
performance sonora. Sus credenciales musicales están fuera de duda: campeón de
beatbox en varias ocasiones, su dominio de la voz como instrumento es
incuestionable. Sin embargo, es su popularidad televisiva en “La Revuelta”, junto
a Broncano en prime time, la que explicó el lleno del patio de butacas. La
expectativa era clara: comprobar si podía sostener un escenario de grandes
dimensiones armado únicamente con su voz, una guitarra y un procesador de
loops.
Desde el inicio, el propio artista marcó el
terreno de juego: “Esto es una experiencia sensorial, yo hago sonidos con la
boca y vosotros os imagináis lo que queráis”. A partir de ahí, entre chistes
–no todos igual de certeros- y una notable capacidad para integrar al público
desde la primera intervención, Grison fue construyendo un arranque sólido y
dinámico. De su garganta salían trompetas imposibles, delfines, perros,
ambientes de discoteca, scratching y,
sobre todo, una amplia paleta de percusiones vocales de distintas tesituras y
procedencias, logrando la conexión con el público y la carcajada fácil.
El momento más destacado llegó con la participación
de una espectadora visiblemente pasada de alcohol que subió al escenario para
frasear “El
Príncipe de Bel Air”. Lo que amenazaba con el desastre fue resuelto
con oficio: Grison seleccionó fragmentos, los loopeó y construyó una canción
inesperada a partir de expresiones de la susodicha, como “Cabuños”, reducción
creativa de “cojones como puños”, dejando clara su gran capacidad de
improvisación.
La segunda mitad resultó más irregular, con una
sensación de falta de rumbo. Aun así,
recursos como “Don’t Worry, Be Happy”, guiños Star Wars y un dificilísimo tema
de “The Prodigy”, ejecutado con brillantez, amortiguaron la caída.
En definitiva, aunque el final no estuvo
especialmente resuelto, se agradece un espectáculo que asume riesgos dejando
espacio a la improvisación y apuesta por la participación activa del público.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España.

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