domingo, 14 de diciembre de 2025

La experiencia sensorial de Grison

 


Grison Beatbox, “En Bucle”. Teatro de la Laboral, viernes 12 de diciembre de 2025.

“En bucle” es el show que Grison presentó en el Teatro de la Laboral, una propuesta a medio camino entre la comedia y la performance sonora. Sus credenciales musicales están fuera de duda: campeón de beatbox en varias ocasiones, su dominio de la voz como instrumento es incuestionable. Sin embargo, es su popularidad televisiva en “La Revuelta”, junto a Broncano en prime time, la que explicó el lleno del patio de butacas. La expectativa era clara: comprobar si podía sostener un escenario de grandes dimensiones armado únicamente con su voz, una guitarra y un procesador de loops.

Desde el inicio, el propio artista marcó el terreno de juego: “Esto es una experiencia sensorial, yo hago sonidos con la boca y vosotros os imagináis lo que queráis”. A partir de ahí, entre chistes –no todos igual de certeros- y una notable capacidad para integrar al público desde la primera intervención, Grison fue construyendo un arranque sólido y dinámico. De su garganta salían trompetas imposibles, delfines, perros, ambientes de discoteca, scratching y, sobre todo, una amplia paleta de percusiones vocales de distintas tesituras y procedencias, logrando la conexión con el público y la carcajada fácil.

El momento más destacado llegó con la participación de una espectadora visiblemente pasada de alcohol que subió al escenario para frasear “El Príncipe de Bel Air”. Lo que amenazaba con el desastre fue resuelto con oficio: Grison seleccionó fragmentos, los loopeó y construyó una canción inesperada a partir de expresiones de la susodicha, como “Cabuños”, reducción creativa de “cojones como puños”, dejando clara su gran capacidad de improvisación.  

La segunda mitad resultó más irregular, con una sensación de falta de rumbo.  Aun así, recursos como “Don’t Worry, Be Happy”, guiños Star Wars y un dificilísimo tema de “The Prodigy”, ejecutado con brillantez, amortiguaron la caída.

En definitiva, aunque el final no estuvo especialmente resuelto, se agradece un espectáculo que asume riesgos dejando espacio a la improvisación y apuesta por la participación activa del público.

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España.

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