jueves, 4 de mayo de 2017

Buenas propuestas del L.E.V.




Buenas propuestas del L.E.V.

Dos espectáculos que derrochan grandes dosis de creatividad en el L.E.V. y uno que se queda a medio camino.

Festival Laboratorio de Electrónica Visual (L.E.V.). Conciertos en el Teatro de la Laboral. Viernes 28 de abril.

Kara-Lis Coverdale inició los conciertos del Teatro de la Laboral arropada por múltiples elogios de la crítica especializada, por lo tanto, una de las actuaciones más esperadas del Laboratorio de Electrónica Visual (L.E.V.).  Con varios trabajos ampliamente reconocidos en su corta vida artística también supo crear expectación al publicar su proyecto “Grafts” el mismo día del concierto. Y tanta expectación funcionó, ya que la butaca del teatro estaba a rebosar. Dividió el espectáculo en  tres partes: la primera con predominio de ambientes más percusivos que melódicos, a base de diferentes timbres provocados por múltiples arpegios y glissandos que se entremezclaban produciendo un caos sonoro muy rítmico. La segunda parte estaba estructurada con predominio claro de melodías sugerentes que se solapaban a base de ondulaciones y creaban un ambiente más etéreo y tranquilo. En la última parte el elemento principal era la armonía, superponiendo múltiples capas de acordes que creaban ambientes más densos y animados. Los diferentes sonidos de órgano sampleados y manipulados a gusto de la artista sirvieron de hilo conductor para toda la sesión.  
La creatividad de la canadiense Kara-Lis está fuera de toda duda y por ello se ha convertido en una artista referente en la electrónica experimental y el sonido ambiente.  Pero para destacar en el L.E.V. hace falta algo más que buenos loops y de ese plus se encargó el alemán Marcel Weber (MFO), un artista visual que ya nos sorprendió con  su trabajo en otros eventos de años anteriores. Sus proyecciones invitaban al espectador a sumergirse en jardines exóticos y ambientes oníricos que despertaban la imaginación. El resultado: un buen trabajo y buena conjunción  de Kara-Lis y MFO.


En otra línea y otro discurso totalmente diferente gira el espectáculo “Frequencies”, de Nicolas Bernier.  Para definir el trabajo de Bernier los musicólogos nos encontramos con una vieja problemática: el Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana no contiene vocabulario suficiente para detallar con precisión la oferta sonora del artista. Las muestras son pequeñísimas partículas de sonido que reproduce a distintas velocidades creando ¿melodías con distintas alturas? La definición es correcta pero incompleta. La simplicidad tímbrica de micro-sonidos industriales se fundía con una puesta en escena de luz blanca  a base de rectángulos sobre fondo negro, marcando el ritmo del discurso sonoro.  En definitiva, una sesión para disfrutar y comprobar que con buenas ideas y pocos elementos se puede crear un espectáculo audiovisual de alto nivel.


No podemos decir lo mismo de la última actuación en el teatro a cargo de Amnesia Scanner & Bill Kouligas, con su trabajo Lexachast.  En cuanto a la propuesta sonora nada nuevo en el horizonte, patrones, ritmos y loops demasiado comerciales y muy machacados en los oídos de los aficionados a la electrónica. En el aspecto visual pudimos contemplar un montón de bonitas imágenes y fotografías de la naturaleza, actitudes humanas cotidianas, animales,... pero faltó coherencia con la música.  El público aplaudió con cortesía y se fue al primer indicio de haber terminado el show para continuar con la amplia oferta artística y cultural. 

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España 30 abril, 2017.

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