lunes, 24 de febrero de 2020

Zahara se desnuda en la Laboral





 Teatro de la Laboral, viernes,  14 de febrero, 2020

Esta moda que tienen últimamente los cantantes de música pop de alardear de potencia vocal entonando algunos versos a capella es ridícula y molesta. Lo hacen casi todos (por eso digo que es una moda), pero en un teatro, si exceptuamos a los que están a muy pocos metros de distancia, se escuchan más los crujidos de las butacas que la voz. Y me pregunto ¿qué necesidad hay?, ¿Acaso tienen la misma técnica que  los cantantes de ópera capaces de taladrar el oído a los de la última butaca? Va a ser que no, porque tampoco es su finalidad, para eso tienen micrófonos (los del pop). Zahara, una de estas cantantes que en los últimos años han cosechado muchos éxitos, llegó al Teatro de la Laboral y comenzó destrozando los guapos versos del tema “La Gracia”, cantándola a viva voz y rasgando acordes con la guitarra. Hasta el de la mesa de sonido tuvo que apagar el equipo para que dejara de sonar el pequeño soplido de los altavoces y se pudiera percibir algo. Y ni así. En fin, modas absurdas. 

Gijón fue la ciudad escogida para finalizar esta gira especial de ocho conciertos con el que la nueva profesora de Operación Triunfo –encargada de impartir Cultura Musical-, quiso “desnudarse sobre el escenario” ofreciendo sus canciones más íntimas y emocionales. Y triunfó. A pesar del mal inicio y a pesar de algunos desajustes que bien se podrían corregir con más tiempo y rodaje, su propuesta en el escenario resulta original.

La puesta en escena un tanto diferente; batería, bajo, guitarra, voz y teclados, por ese orden, formando media luna sobre las tablas para que ninguno tuviera especial protagonismo, es digna de mencionar porque pocas formaciones lo hacen. En cuanto a lo musical, destacan algunas progresiones armónicas que se salen de lo típico, provocando melodías con giros inesperados. Los sonidos están bien trabajados, principalmente los sonidos analógicos de los teclados que iban mutando a tiempo real, creando universos psicodélicos peculiares, como en “Pregúntale al polvo”, “Inmaculada decepción” o “El diluvio universal”, que tanto me recuerda a la banda “León Benavente”. A veces los volúmenes se descontrolaban entre tanta electrónica psicodélica, quedando la voz opaca y difusa y llegué a dudar si estábamos en el L.E.V., pero aún es pronto para eso.

En su repertorio cuenta con letras cargadas de dardos que apuntan a temas sociales y políticos. Podría señalar varios, como en “Hoy la bestia cena en Casa”, una crítica sobre los vientres de alquiler que tuvo su polémica cuando el disco salió al mercado porque se interpretó como un ataque directo a Albert Rivera. Lejos de esquivar el tema en la Laboral cambió algún verso para ir directa a la yugular: “Tu raya del pelo es perfecta/ lo aprendiste de Pablo Casado/ Y eres el segundo plato / un auténtico Ciudadano/ Miau, miau, miau,…”.

Si bien es cierto que en dos horas de concierto hubo momentos que resultaron un tanto lánguidos, la mayoría llegaron al abarrotado público y levantaron ovaciones, la mayor cuando entonó su exitazo “Con las ganas”. Y es que Zahara es una artista singular con una gran voz y con una cultura musical que le sale por los poros, consiguiendo hacer canciones que conectan con la gente sin dejar indiferente a nadie. En definitiva, esta pequeña gira íntima terminó y, aunque no fue un concierto para enmarcar mereció la pena. 
Crítica publicada en La Nueva España

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