sábado, 17 de octubre de 2020

Los Secretos: Concierto para nostálgicos

 


LOS SECRETOS, Gira “De Vuelta”. Festival Metrópoli, plaza de toros El Bibio, sábado 15 de agosto.

Esta pandemia que nos asola ha cambiado muchas cosas en nuestras vidas y la mayoría para peor, sin embargo, hay hechos que son muy bien recibidos, al menos por mi parte. Plaza  de toros “El Bibio” en el día de Begoña (la fiesta grande de Gijón), y en el cartel que cuelga no figura  ningún Cayetano, Ponce, Rivera...ni nadie con traje de luces. En su lugar “Los Secretos”, vestidos con sus vaqueros de siempre y ataviados con guitarras y piano para dar las estocadas. Ole, ole y olee con acento en la O. Y no porque esta banda forme parte de mis dioses del olimpo musical, ni mucho menos, sino porque se ha cambiado una sangrienta corrida de toros por un concierto de música.Todo un hito histórico. Bienvenido y que perdure.  



En cuanto a “Los Secretos” hacía poco que nos habían visitado, concretamente en febrero con motivo de la presentación de su disco “El Paraíso”. Su gira se vio interrumpida por el confinamiento pero como supervivientes que son se adaptaron rápidamente a las nuevas circunstancias y en esta ocasión ofrecieron un concierto en acústico con el líder Álvaro Urquijo, acompañado por las guitarras de Ramón Arroyo y el piano de Jesús Redondo. Dejaron en casa al bajista  Juanjo Ramos y al batería Santi Fernández. Y se notó. El repertorio escogido fue prácticamente igual que el de febrero, quizás con menos temas del último álbum y con muchas de las canciones míticas que han consagrado a la banda como leyendas del pop español, pero la falta de bajo y batería dejó cierto aire de monotonía sonora, excepto para los nostálgicos que disfrutaron de lo lindo aunque la lluvia quiso aguar la fiesta. Quizás el guiño a “It’s raining again” de Supertramp hizo su efecto  y las nubes se disiparon.  

  


Bonita la versión de “Échame a mi la culpa” del incombustible Albert Hammond,  con el que hicieron un cameo durante el confinamiento cuando gran parte de los artistas optaron por seguir vivos a través de las redes. Una vez más estuvo presente (como es habitual en todos sus conciertos) el recuerdo para Enrique Urquijo, autor de la mayoría de los éxitos de la banda, al que le dedicaron “Aunque tú no lo sepas” que, curiosamente no fue compuesta por él. Sigue sonando más interesante la versión de “Ojos de gata” de sus propios autores que la que hace Sabina a ritmo de vals con el título “Nos dieron las 10”, y eso que, como decía antes, la carencia de bajo y batería se notó. El resto del repertorio lo de siempre: “Agárrate a mí María”, “Sobre un vídeo mojado”, no podía faltar “Déjame” y tampoco la gran “Por el bulevar de los sueños rotos”.


Por lo demás un concierto poco reseñable, hora y media de espectáculo en plan tranquilo que sirvió para apaciguar las ganas de fiesta de algunos por falta de otras opciones y para el disfrute de los sempiternos nostálgicos que disfrutaron cada canción de principio a fin.  


Crítica publicada en La Nueva España


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