martes, 13 de agosto de 2019

Manel Fuentes: Mala copia de Springsteen



Manel Fuentes & the Spring’s Team, Semana Grande. Escenario de Poniente, viernes 9 de agosto. 

“Nunca un concierto puede ser igual que el anterior”, es una de las máximas de Manel Fuentes y su banda Spring’s Team, y lo cumplieron con creces. Probablemente el de Gijón, como inicio de la Semana Grande, haya sido uno de los peores de su larga trayectoria imitando a Bruce Springsteen. Comentábamos en estas páginas en agosto del año pasado que el escenario de la carpa del Botánico le quedaba pequeño, sin embargo, el escenario de Poniente le quedó demasiado grande. Si a los problemas de sonido que hubo durante la primera parte del concierto, le sumamos la evidente falta de ensayo de la formación y la falta de fuerza en la voz de Manel Fuentes, el resultado fue lamentable y el concierto se convirtió en un sucedáneo mal copiado de Bruce Springsteen.

Independientemente de la mala ecualización que hubo durante toda la actuación,  la guitarra no sonó durante los primeros temas. Teniendo en cuenta el protagonismo del instrumento en las canciones del Boss, una banda de un caché nada modesto bien podía permitirse tener otra guitarra de repuesto. Pues se ve que no había, de hecho el guitarrista acabó cogiendo la Telecaster de Manel a partir del “No Surrender”. Para entonces ya habían sonado media docena de canciones con ruidos de fondo, desajustes en los volúmenes del saxo y el teclado y una batería y bajo que se adivinaban más que se oían. Como si no hubieran tenido tiempo suficiente para la prueba de sonido. Tocaron fondo con “Born to Run”: desafinado, modulaciones y progresiones de acordes mal ejecutadas, falto de medida...en fin, un desastre. 
A partir de ese momento muchos espectadores se fueron y los que quedaron rebajaron sus expectativas para entregarse a los himnos creados por Springsteen y pasárselo bien. Nos acostumbramos al mal sonido y todo fue mejorando. Manel no dejaba de recorrer el escenario de un lado a otro con la sonrisa permanente, los gestos de Springsteen calcados y esforzándose por agradar y mover al público. Él sabe que cae bien y que en Asturias es bien recibido, por ello en cada actuación cuenta alguna anécdota vivida con los asturianos. En esta ocasión volvió a repetir la del álbum de cromos firmada por todos los jugadores del Barça gracias a Quini, su ídolo antes que Bruce.

Decentes sonaron “Drive all Night” o “Wrecking Ball”, atrapando al público con los coros. Soltó toda la artillería pesada en los últimos temas, con “Born to the U.S.A.” o “Glory Days” y el público reclamaba alguna propina. Habitual en esta banda, se extendieron en los bises sin escatimar tiempo hasta lograr que los asistentes se olvidaran de la fatídica primera parte. 

En definitiva, un concierto que defraudó a muchos fans de Springsteen, sin duda, pero también dejó contentos a muchos espectadores que estaban en el recinto para ver a Manel Fuentes, el carismático presentador que sabe colarse en las pantallas del televisor cada semana y enamorar a la audiencia. Como decía una fan de Manel “No lo hizo muy bien, pero ye tan ricu”. 

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

No hay comentarios: