“Nola Gospel Project” y Charmaine Neville.
Festival de Góspel de Gijón. Teatro Jovellanos, sábado, 16 de diciembre.
La protagonista de la segunda velada del Festival de Góspel era la ciudad
de Nueva Orleans, cuna del jazz, Rythm & Blues y Rock & Roll. La
propuesta viene del coro “Nola Gospel Project”, formado por ocho veteranas
voces y siete músicos, en un concierto que lleva por título “Érase una vez
Nueva Orleans”. Para la ocasión contaron con la participación estelar de
la cantante de Nueva Orleans Charmaine Neville, toda una institución en su país
e hija de uno de los componentes de la famosa banda de funk-soul, “The
Neville Brothers”. Todos juntos se encargaron de ofrecer
buena música y espectáculo divertido a un aforo completo del teatro Jovellanos.
Quizás, para el público que
pretendía escuchar grandes voces negras, de los tres conciertos que ofrece el Festival
de Góspel en esta edición, no era la noche más adecuada: con los años algunas voces acusan un marcado vibrato que no siempre
encaja con el resto del coro. Sin
embargo, los que buscaban diversión, música de Nueva Orleans y una aproximación
-aunque sea sucedánea-, al espiritual eclesiástico y a la participación en el
ritual musical del góspel, sin duda, quedaron satisfechos. El concierto tuvo
dos partes bien diferenciadas: por un lado la actuación del coro que cantaron
poco más de media docena de clásicos del góspel, -eso sí, muy estirados gracias
a la interacción y la participación del público.-, acompañados por buenos
músicos que tuvieron oportunidad para lucirse en solitario. Por otro lado la
particular y genial actuación de Charmaine Neville.
Después de cuatro temas clásicos al más puro estilo góspel -con pequeña
homilía incluida por parte del cantante más veterano-, hizo su aparición en el
escenario Charmaine Neville, para darle ese toque de lujuria a la velada y
poner patas arriba al Jovellanos. Acompañada por la banda del coro de góspel y
el pianista Amasa Miller, empezó su actuación a ritmo de montuno y siguió con
un rock and roll de lo más animado. La interpretación de “What a wonderfull
world” nos dejó con la boca abierta. Su imitación de la voz rajada de
Louis Armstrong fue buenísima, de hecho, si cerrábamos los ojos parecía que el
propio Armstrong estaba en el escenario. Un privilegio para el público del
Jovellanos contar con esta gran artista que finalizó su actuación con un
clásico navideño.
Volvió el coro para cerrar la velada con “Oh, happy day”, el himno
imprescindible en todos los conciertos de góspel. El público estaba encantado y
no quería que se terminara. Con pataleos incluidos empezó a reclamar más y
llegó el clásico “When the Saints Go Marching In”, en versión Mardi Gras
(aunque era sábado), con bailes, metales, acordeón y todo el
público coreando a pleno pulmón. Una versión colorida y divertida del tema más
conocido del público español. En
definitiva, “Nola Gospel Project” y Charmaine Neville, durante hora y
media consiguieron impregnar al público gijonés del espíritu de Nueva Orleans y
convertir la noche del sábado en una experiencia distinta.
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