Concierto de la Semana Negra de Gijón. Miércoles 11 de julio.
Con el anuncio de
la actuación de la Orquesta Mondragón como principal cartel de los conciertos
de la Semana Negra la pregunta circulaba por las redes: pero ¿todavía existe
esa orquesta? ¿Gurruchaga sigue vivo? Tan vivo y tan polémico como siempre. Esa es la impresión que se llevaron muchos
cientos de espectadores que se congregaron para ver al showman con su orquesta,
en un recinto cuyas características dejan mucho que desear. Pero ese es otro
tema.
A ritmo de los
Blues Brothers comenzó el show de la gira que conmemora el 40’ Aniversario del
nacimiento de esta orquesta, cuya trayectoria siempre se ha caracterizado por
tener muy buenos músicos y un maestro de ceremonias controvertido y
transgresor. Los músicos excepcionales
desde el primer momento y entre ellos Marco Rasa, un gran teclista que jugaba
en casa y por ello, estuvo pletórico en cada una de sus intervenciones.
Gurruchaga iba mostrando poco a poco que se mantenía en forma, con temas muy
conocidos como “Corazón de Neón” o
“Caperucita feroz” y comenzó su verborrea contra Donald Trump “el mayor hijo de
la gran chingada del mundo” dedicándole “Imagine”, una canción de John Lennon
que siempre lleva en su repertorio. El showman iba calentando el ambiente y
ganándose al público con guiños a la tierra como “Viva la fabada”, que siempre
funcionan. Para completar sus performance dos bailarinas escasas de ropa y
movimientos erótico- sensuales. Hasta
ahí nada nuevo que no hayamos visto en muchos conciertos de la Orquesta
Mondragón.
Mientras Gurruchaga
abandonaba el escenario, la cantante Aroa puso al público enfervorizado con una
pseudo-imitación de Tina Turner y su famoso “Simply the Best”. Después, la orquesta se quedó sola tocando “Oh when
the saints” con el que desfilaron grandes solos de cada uno de los
músicos. Buenísimas las interpretaciones
pero, podrían haber buscado otro tema que estuviera menos manido y fuera menos
populista. En fin.
Gurruchaga regresó
al escenario disfrazado de Donald Trump y desató el griterío, las risas y la
ovación del público. “Trump” junto con
una bailarina de lo más sexy, la bola del mundo en sus manos y un muñeco para
poder pisotear, creó la performance de su canción “Que viene Trump” y rindió el
público a sus pies. Todavía faltaban algunos éxitos como “Ponte Peluca” o “Lola
Lola” para cerrar el espectáculo por todo lo alto y así fue.
Javier Gurruchaga siempre ha sido un gran
showman y para esta gira ha escogido un repertorio muy adecuado, desechado
éxitos como “Ellos las prefieren gordas” por sus connotaciones machistas. Así
demuestra que “a sabiduría popular” pocos le ganan.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España
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