Orozco, entrega y buen trabajo en Gijón
Mar Norlander 12.08.2017Comenzó con "Llegará" y siguió con "Mírate", un tema de su nuevo álbum donde intentó algún giro de melismas aflamencados dentro de su particular forma de cantar. Pero las giras del verano pasan factura a los cantantes y en este caso se notó: su voz estaba cansada y acusaba una leve ronquera añadida a su habitual "arenilla". Le costaba llegar a los agudos con limpieza. Pero no nos vamos a quedar sólo con este matiz porque lo bueno que tiene un artista de este calibre es que sabe suplir estas limitaciones con profesionalidad. Sin demasiados riesgos vocales procuró ganarse a los presentes con emotivos discursos antes de cada tema y con una entrega total en el escenario. La contundente interpretación instrumental por parte de los seis músicos que le acompañaron y las proyecciones de vídeo, diseñadas para cada canción, también contribuyeron a una buena puesta en escena.
Casi todo su repertorio se centró en las canciones de "Destino", que presenta nuevas sonoridades más electrónicas y armonías menos flamencas. No faltaron clásicos de sus anteriores discos, como el famoso "Devuélveme la vida", tema que popularizó con Malú y le situó en la primera línea del pop-rock flamenco. Se ganó al público, una vez más, con sus intentos de escanciar sidra (acertando de vez en cuando dentro del vaso), mientras cantaba "Hoy será", dedicada a los políticos. La presentación de la banda, durante más de veinte minutos tocando el riff de "Billy Jean" (Michael Jackson), mientras Orozco buscaba el eco del público al más puro estilo del cantante Sting, se hizo un poco pesada. Más brevedad hubiera quedado de cine.
Se hizo de rogar para los bises y tiene su lógica. Se ha convertido en algo tan estandarizado que el público ni se molesta en pedir "otra" y "otres tres". Ya se da por hecho, así que se limitan a quedarse en el recinto hasta que el artista se canse y aparezca de nuevo. Orozco y su banda regresaron y cayeron "otres tres", además del momento tan emotivo al entonar "Mi héroe" dedicada a Xavi Pérez, su amigo y productor durante veinticinco años y recientemente fallecido. Cerró el concierto con "Lo que tú quieras soy" y toda la audiencia le despidió coreando el riff del emblemático tema "Seven Nation Army", que se ha hecho muy popular en diferentes eventos deportivos, incluyendo al Sporting. Los aplausos fueron sonoros y Antonio Orozco se fue con la sensación de haber hecho un buen trabajo y haber triunfado en Gijón.
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