miércoles, 19 de mayo de 2021

M Clan en estado puro

 

M Clan, “Dúo Acústico”. Teatro de la Laboral, sábado, 15 de mayo de 2021. 

Los murcianos M Clan regresaron una vez más a Gijón, aunque esta vez en versión reducida. Un “Mini clan” formado por Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez, los originales de la banda, ofrecieron un concierto íntimo con el que poco a poco empezamos a ver luz. Y un buen síntoma de ello es poder asistir a conciertos de artistas que no son locales, como ha sido la tónica de los últimos meses. Y no porque tenga nada en contra de los de aquí, todo lo contrario. Como hemos podido constatar, tenemos artistas muy buenos de diferentes ámbitos, pero se echaba de menos carteles con más peso.  

“Filosofía Barata” abrió el concierto y se notaba cierto vacío sonoro; se echaba de menos los solos de Prisco o la contundencia de la batería, por ejemplo. Y por mi cabeza rondaba la idea de aburrimiento y sonido cansino: solo voz y guitarra tipo serrucho para rellenar, no pintaba bien. Sin embargo, seguidamente sonó “Souvenir” y la butaca llena cantando el estribillo con entusiasmo suplía las carencias de timbres contrastantes. Había entusiasmo por parte del público y profesionalidad por parte de los artistas que se manifestaron “felices y encantados de estar aquí otro año más”. Además, Tarque se desplegó con el cajón, la armónica, la pandereta o la guitarra, para aportar variedad.

En canciones como “Para no ver el final” es donde Tarque exhibe sus dotes vocales con un final de lo más soulero, aunque algunas notas se le escapen de afinación. Es uno de los mejores cantantes de rock que hay en español y en conciertos de este tipo, donde el sonido está desnudo de artificios, se percibe aún más su talento si está en buenas condiciones, que no siempre. Pero este viernes en el teatro de la Laboral fue un día de los buenos. Y volvió a mostrar su timbre rasgado en “California” y en “Las calles están ardiendo”, todo un alarde de potencia vocal.

El concierto fue un éxito porque no había ningún riesgo. Ellos son buenos, el público tenía ganas (para muchos era el primer concierto al que acudían tras muchos meses de pandemia), y la elección del repertorio no tenía desperdicio. Sonaron los temas más emblemáticos de la banda, desde el primer superventas versión de Steve Miller Band “Llamando a la Tierra” (cocinado por Alejo Stivel desde la producción), hasta la cansina “Carolina” de la que no pueden prescindir. Otro clásico que no faltó fue “Miedo” que Tarque dedicó a los sanitarios merecidamente, por estar en pie de guerra. Para mí, una de las mejores composiciones del prolífico Carlos Raya, con colaboración de Tarque.

Y para cerrar “Concierto Salvaje” que desde que vio la luz en el álbum “Delta” (2016), tenía todas las cartas para convertirse en un clásico imprescindible en cualquier gira. Y así fue, agradeciendo que no cierren con “Carolina”, que luego se te queda el soniquete en la cabeza de regreso a casa. En definitiva, se echó de menos a la banda en pleno y también hubiera estado bien alguna novedad o alguna composición nueva, pero al menos, vuelven las buenas canciones de rock en estado puro.

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España 

 


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