Uno de los grandes guitarristas de las últimas décadas se nos ha ido ayer, lo que supone una gran pérdida para el mundo de la música.
Gary Moore supo tender un puente, como nadie, entre el rock y el blues, con un sonido muy característico y una identidad propia, de esas que sólo consiguen unos pocos escogidos, hasta el punto de escucharle en un tema nuevo y antes de 10 segundos saber que era él. Al menos nos quedará su música
forever.
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