El gobierno español, a través de la Junta de Andalucía -creo recordar que así era, porque yo en cuestiones de organismos me pierdo- se comprometía a crear una fundación para llevar a cabo proyectos educativos, cuyo objetivo era el diálogo y la convivencia a través de la música. Bien, la Fundación se consolidó y creó su sede en Sevilla y, desde ese momento hasta hoy ha recibido numerosos premios, -entre ellos el Príncipe de Asturias- elogios y reconocimientos de diversos organismos y entidades internacionales. Por hablar un poco de la orquesta diré que tiene un gran mérito interpretar en un mismo programa obras de autores tan dispares como Wagner - favorito de Hitler y por lo tanto emblema de la música nazi-, seguido de Gustav Mahler -judío por los 4 costados cuyo repertorio fue rescatado tras la II Guerra Mundial para erigirse como bandera de los judíos-. Detalles como este hacían de la West- Eastern Divan una orquesta diferente, ya que la música no entiende ni de ideologías ni de religiones, sólo es música.
Hasta aquí nada nuevo, pero esta mañana leo en el periódico El País que su futuro puede tener los días contados, dependiendo si gobierna el PP o el PSOE. ¿What? ¿? ... El inicio de la gira arranca con la incertidumbre sobre su futura continuidad en Sevilla, ya que el apoyo financiero que recibe de la Junta de Andalucía podría suprimirse si el PP gana las elecciones en la comunidad. "Si el PP llega a gobernar, la Fundación Barenboim-Said no continuará", declaró en enero el portavoz de Cultura del PP en el Parlamento andaluz, Antonio Garrido.... Yo, ignorante en cuestiones relacionadas con la política no salgo de mi asombro. Hasta ahora era algo bueno, sublime y algo de lo que nos podíamos sentir orgullosos. En breve, si gobierna el PP hay que despachar a esta orquesta y destinar ese presupuesto a ¿?
Hace poco me contaba un amigo Venezolano que en su país cuando cambiaba el gobierno cambiaban todos los funcionarios, es decir, correos, administraciones, hasta la mismísima Policía, por lo que la incertidumbre era una constante en la vida de los trabajadores. Parece que aquí en España ( europea hasta la médula, perteneciente al primer mundo y con una SOCIEDAD DE BIENESTAR), algunos colectivos viven con la misma incertidumbre. En esas estamos.
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