sábado, 9 de febrero de 2019

Motus Ensemble: Atípica música de cámara

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Cuarteto “Motus Ensemble”, David Roldán y María Díaz- Caneja. Organiza Sociedad Filarmónica de Gijón. Teatro Jovellanos, miércoles 13 de noviembre.

La Sociedad Filarmónica de Gijón, en su afán de crecer e innovar, rompe moldes con el concierto presentado en el teatro Jovellanos al ofrecer sonoridades alejadas del romanticismo o del clasicismo. El “Cuarteto para el fin del tiempo” del francés Olivier Messiaen y la “Obertura sobre temas hebreos” de Serguei Prokófiev eran las piezas seleccionadas por el atípico cuarteto “Motus Ensemble”, una formación vinculada a la Orquesta Sinfónica de Bilbao que se caracteriza por abordar un repertorio innovador con una ejecución impecable.   

Abrió el concierto la breve Obertura de Prokofiev escrita en 1919 para seis instrumentos,  y para su interpretación se contó con la colaboración de María Díaz-Caneja (violín) y David Roldán (viola), sumándose así al cuarteto “Motus Ensensble” formado por el clarinetista Carlos García Sanz, el violonchelista Javier Martínez Campos, la violinista Giulia Brinkmeier y el pianista Julián Ramos. La obra tiene una estructura convencional y fusiona sonoridades neoclásicas con música “klezmer” (música popular del pueblo judío). Presenta un buen equilibrio entre los distintos instrumentos  y fue puntillosamente bien ejecutada por todos los intérpretes. Esta obra es de gran belleza y el problema que tiene es que siempre se hace demasiado corta.


No hay duda de que Olivier Messiaen es uno de los compositores más importantes del siglo XX y muy avanzado para su tiempo. En su búsqueda de ruptura con las tradiciones musicales, compone -durante su encarcelamiento en un campo de prisioneros nazis- el “Cuarteto para el fin del tiempo”, cargado de una gran riqueza rítmica (muchos fragmentos se pueden leer a modo de palíndromo) y una búsqueda de timbres que la convierten en una obra única y pionera. La composición se inspira en el “Apocalipsis” de San Juan (Messiaen era un devoto religioso) y se divide en ocho movimientos, dos de ellos  compuestos con anterioridad para un instrumento electrónico casi extinto, llamado “Ondas Martenot”, y el resto de movimientos compuesto para los instrumentistas con los que contaba en el propio campo de prisioneros, violín, violonchelo, clarinete y él mismo al piano. Utiliza escalas simétricas y armonías tradicionales que sostienen unos perfiles melódicos no clásicos de inspiración en el folklore oriental y, en ocasiones, difíciles de digerir. También incluye trinos y gorjeos que imitan el canto de los pájaros, una de las grandes pasiones de Messiaen. Partiendo de estas premisas podemos entender que la obra es de muy difícil ejecución: hay que ser un gran instrumentista y además contar con muchos ensayos para poder llegar a empastar todas las voces. “Motus Ensemble” demostró que es una formación muy sólida interpretando esta obra de forma magistral.


Encontrar la “Obertura” de Prokofiev y, sobre todo, el “Cuarteto para el fin del tiempo” en la programación de una ciudad periférica y pequeña como Gijón no deja de ser un rara avis, Por ello el concierto del teatro Jovellanos se convirtió en un lujo para los espectadores asistentes que lo han sabido apreciar. La ovación fue prolongada.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

Pinceladas de Rebétiko, la película de Costas Ferris


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La diversidad con la que cuenta el séptimo arte a lo largo de su historia es tan inmensa que 
a menudo se nos escapan verdaderas joyas. En esta ocasión, gracias a la Asociación de profesores de Latín y Griego "Céfiro", he podido conocer y profundizar en una importante película, cuyo título alude a un género musical que representa a la Grecia tradicional. Una gran película que merece la pena conocer. 
En esta entrada del blog describiré algunos fragmentos que me han llamado la atención, principalmente por su calidad sonora, su construcción fílmica y su historia. 

 Nota: Hay SPOILERS 

Comenzaré definiendo el rebético como un género musical griego cuyo origen se remonta al siglo XIX y logra su máxima extensión durante las primeras décadas del siglo XX, entre las clases trabajadoras y los suburbios de Grecia. La frágil convivencia entre minorías étnicas, aunque limitada y con episodios de enfrentamiento, se prolongó hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. Pero con la disolución del Imperio Otomano y la configuración de los nuevos estados-nación, todos aquellos que quedaron a caballo entre dos culturas fueron condenados al desarraigo o a la marginación.  Fue entonces cuando evolucionó esta nueva tradición musical denominada rebético. Hoy en día, las canciones forman parte del repertorio tradicional de casi todos los eventos sociales acompañados de música y bailes. La riqueza cultural y artística de este género es un legado que se debe conservar para compartir con futuras generaciones. Por ello la Unesco lo ha inscrito en 2017 en la "Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad". 

Las canciones rebéticas contienen valiosas referencias a costumbres y prácticas de una población marginal que vivió uno de los episodios más dramáticos de la historia de Grecia durante la primera mitad del siglo XX. Esta música aúna cantos tradicionales de la zona del Egeo, ritmos y armonías occidentales y esquemas compositivos otomanos. Hoy en día es un género musical tradicional vivo, con un fuerte contenido artístico, simbólico e ideológico. En sus orígenes este elemento cultural se transmitía sólo por vía oral, cuando se interpretaban en directo sus canciones, o mediante las enseñanzas prácticas impartidas por los músicos y cantantes veteranos a los más jóvenes. Aunque este modo de aprendizaje informal sigue siendo importante todavía, las vías de transmisión del rebético se han ampliado gracias al cine, a los medios de comunicación y a la generalización de las grabaciones sonoras. En las últimas décadas el rebético se enseña cada vez más en conservatorios, escuelas y academias, contribuyendo así a que su difusión sea mayor. Los músicos y cantantes, junto con los aficionados a este género musical, desempeñan un papel esencial en la viabilidad y perdurabilidad de esta práctica cultural. 

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"Rebétiko", dirigida por Costas Ferris (1983), es una película imprescindible para acercarse y conocer a fondo este género musical, cuyo valor es incalculable. Con guión de Costas Ferris y Sotiria Leonardou (también es la actriz protagonista) está basada en la vida de la cantante Marika Ninou (Esmirna 1919- Atenas 1956), una de las cantantes más representativas del género. En paralelo se narra la convulsa historia de Grecia de la primera mitad del siglo XX a través de los ambientes y la vida de los músicos de rebético de la época. Hay que aclarar que el director se permite varias licencias en cuanto a la biografía de Marika Ninou, incluso faltando a la verdad, como el momento de su muerte. No por ello pierde valor, pues se trata de contar una historia en la que la música y la historia de un pueblo son los principales protagonistas. 

COSTAS FERRIS  es un director de cine y escritor griego con grandes aciertos a lo largo de su carrera. Según mi opinión los dos más importantes son: la película de la que trata esta entrada del blog y el libreto del disco "666" del grupo Afrodite's Child, un álbum conceptual de rock progresivo con composiciones de Vangelis que se ha convertido en un disco imprescindible dentro del estilo. Demis Roussos también formó parte de esta banda como bajista y cantante, antes de iniciar su carrera en solitario. Uno de los cortes más importantes del álbum cuenta con la colaboración de la actriz Irene Papas, que hace una performance a medio camino entre el dolor y la orgía sexual. Este disco tuvo una fuerte censura en su momento y hoy en día es un disco de culto. Más información sobre el disco AQUÍ

"Rebétiko" es una película de 2 horas y media de duración en la que se cuentan todos los hechos históricos a través de las letras de las canciones, de los escasos diálogos entre los personajes y de imágenes documentales de archivo. Comienza con un texto impreso en la pantalla que nos sitúa en la narrativa. Dice:

"La música rebética tradicional fue siempre la música por excelencia de los marginales, los rebeldes y los fuera de la ley. Con la catástrofe de Esmirna, en 1922, miles de griegos de Asia Menor - entre los cuales había muchos excelentes músicos- se encontraron de un día para otro hacinados en barrios para refugiados de las afueras de Atenas.  Fue entonces cuando se desarrolló una solidaridad de clase, entre los refugiados y los mangues -chulos- del Pireo.  En esta convivencia  surgió la escuela de Esmirna y luego, con la oficialización del buzuki, las corrientes atenienses y del Pireo  consagraron al rebético como la auténtica canción popular que expresa el sentir de la mayoría de los heredados".

El plano se pone en movimiento y la acción comienza en 1919 con el nacimiento de Marika Ninou en la ciudad de Esmirna (Turquía), durante una actuación musical del grupo de rebético liderado por su padre. Mientras, el parto tiene lugar en una habitación contigua en condiciones muy precarias. El "cojín" del embarazo es uno de los pocos detalles de esta película que no están conseguidos. Llama la atención el vestido de raso negro de la parturienta y da lugar a varias interpretaciones: es posible que estuviera vestida para actuar y el parto fuera en un momento imprevisto o quizás Costas Ferris quiso reflejar una forma de vida "a salto de mata", es decir, viven con lo puesto y se adaptan a las situaciones según llegan. 
Por otro lado, en esta escena también podemos observar la composición de los grupos de rebético en su origen, con sus instrumentos tradicionales, buzuki, baglamás, guitarra, mandolina y violín (este último, junto con el acordeón es de incorporación más tardía). La canción es muy melódica, fácil de recordar y los músicos actúan con cierta alegría, cantando una canción de letra esperanzadora. Aún faltaban dos años para que tuviera lugar la "Gran Catástrofe", de Esmirna, provocando que cerca de dos millones de personas que serían desplazados de sus lugares de origen para hacinarse en suburbios de distintas ciudades griegas, viviendo en absoluta pobreza. Dice la letra de la primera canción: 
"Un día la historia escribirá cómo expulsó de Atenas a las fieras, cómo expulsó a reyes y diputados, a los mentirosos y granujas".. El estribillo dice: "Y en la Defensa Nacional están todos los oficiales, está luchando también Venizelos, que va a acabar con esto y todos juntos los patriotas nos traerán la igualdad"..." La Virgen que está a nuestro lado le muestra el camino a nuestro nuevo general, el héroe de la Defensa Nacional, que lucha y expulsa a los enemigos.  Los muchachos de la Defensa expulsaron al Rey y lo mandaron a tomar viento y a largarse por donde vino a comer hasta reventar junto a su familia extranjera".

Enfatizada por una melodía delirante de violín, la cara del padre es todo un espectáculo al recibir la noticia de que es una niña la que acaba de nacer. Una de los detalles más interesantes a lo largo de toda la película es la utilización de gran cantidad de planos medios y primeros planos, ayudando al espectador a comprender perfectamente todas las emociones que viven los protagonistas. 
Otro de los grandes aciertos del film es intercalar imágenes documentales de los hechos históricos y políticos de la nación. Después de la primera escena se emiten imágenes de documental de 1922, momento de la Catástrofe de Asia Menor y la expulsión de los griegos de Esmirna. Después de las guerras entre Grecia y Turquía, el acuerdo diplomático del Tratado de Lausanne forzó el desplazamiento de cerca de dos millones de griegos de Asia Menor, que se estabecieron en miseras barriadas de Atenas y Salónica. La gran mayoría huyeron con lo puesto y lo único que les quedaba era su música, sus costumbres y su orgullo.













La siguiente escena, ya tras el exilio, se sitúa en El Pireo (Grecia) en 1925 y parece similar a la anterior (sin el parto), sin embargo hay notables diferencias. La acción transcurre en una taberna o tekede, donde se muestra el ambiente de consumo de hachís, alcohol y opio. El tekede está mucho más concurrido y están representados los mangas (chulos), las prostitutas y la desidia de los hombres que se refugian en las drogas.  El grupo musical toca una canción rebética sin alegría y sin entusiasmo, con resignación por la suerte que les ha tocado vivir y mostrando que la música (y las drogas) es lo único que les da calor. La letra de la canción lo pone en evidencia. Dice:  
¿Dónde voy a encontrar cuatro espadas y un cirio que empuñar para encender fuego hoy mismo y quemar de una vez este mundo al que amé y dejó que me pudriera? En las islas desiertas de la amargura comulgué con mis propias lágrimas y en la cárcel de la vida, donde no existen los domingos, nunca pude olvidar la soledad asesina. Y tú que llegaste una noche a dar calor a mi corazón, me arrojaste pobre de mi, a lo más profundo del negro invierno. Me traicionaste y me escupiste. Eras la alegría y te apagaste. 



De nuevo destacan los primeros planos y los planos medios, en este caso de Adriana (madre de Marika) y de Thomas (el chulo), sin ningún diálogo comunican al espectador todo lo que está sucediendo emocionalmente. 
Seguidamente tiene lugar una escena que representa las vejaciones a las que están sometidas las mujeres de esa condición social y en ese periodo histórico: el maltrato del marido y los favores sexuales que tiene que hacer la madre de Marika para proporcionarle comida decente a su hija. La situación es dramática, sin embargo está representada con elegancia, sin caer en el socorrido aspecto lacrimógeno. En posteriores escenas se vuelven a vivir momentos dramáticos, siendo el padre el artífice del maltrato, tanto a su mujer como a su hija cuando era niña. 

La mayor parte de la película contiene música rebética, principalmente diegética y en menor medida incidental para contextualizar alguna situación. Sin embargo, también se juega con los espacios de silencio tan necesarios para dar tiempo al público a asimilar las distintas escenas. La banda sonora corre a cargo de STAVROS XARJAKOS, un compositor que ha hecho una gran labor de investigación etnomusicológica en las raíces de la música griega, para volcar todo ese conocimiento en esta cinta. Hemos citado algunas de las canciones que contienen una letra muy significativa, sin embargo también es muy destacable los fragmentos de música instrumental, donde combina melodías étnicas de origen occidental con escalas orientales, jugando con los cromatismos que identifican las tonalidades mayores y menores. 


En el siguiente corte podemos ver escenas diferentes donde la música juega un papel primordial, por ejemplo durante la paliza que le da el padre a Marika: suena un lamento musical, sin embargo no se escucha ningún llanto por parte de la niña. Una analogía musical muy interesante.

De nuevo en la taberna, mientras suena la música, el movimiento lento de la cámara le cuenta al espectador la situación que está viviendo la madre de Marika junto con su amante (primero enfoca la silla vacía de Adriana y seguidamente la de Thomas). Estos movimientos de cámara tan lentos es uno de los mayores logros de la película, evitando diálogos innecesarios. 



Una de las escenas más dramáticas de la película es la muerte de Andriana, madre de Marika. Gran interpretación por parte de los actores durante todo el film, pero especialmente en esta escena. Consiguen que el espectador sienta un gran desprecio por el padre y una gran compasión por la situación de la madre. 
Por otro lado, es llamativo el comportamiento vecinal después del suceso: muestra una gran pasividad ante la situación sin alterarse lo más mínimo ante tan grave acontecimiento, y en este aspecto la cámara vuelve a jugar un papel fundamental con sus movimientos lentos, mientras suena la música. El pueblo vive aletargado, aceptando su destino y sus lamentos solo se transmiten a través de los cantos. Dice la letra: 

"No tengo ni calle ni barrio donde pasear un primero de Mayo Tus grandes palabras falsas me las dijiste con la primera leche materna, pero ahora que las serpientes han despertado tú luces tus adornos de antaño y nunca derramas siquiera una lágrima Madre Grecia, al vender a tus hijos como esclavos". Toda una declaración de reproches al sistema político griego que se ha desentendido de esa parte de la población, dejándola a su suerte. Las letras de las canciones pertenecen a dos de las grandes joyas de la literatura griega: la pareja formada por NIKOS GATSOS y AGATHI DIMITROUKA.  Un trabajo formidable. 





Una de las características de las canciones rebéticas es su capacidad para improvisar letras aludiendo a personajes locales. En el siguiente fragmento podemos escuchar una de las canciones rebéticas más representativas. El ritmo está formado por compases de amalgama (2/8, 2/8, 2/8 y 3/8) formando ciclos en compás de 9/8, que se repiten continuamente. En esta canción la letra hace un repaso por los instrumentos más característicos del género y los bailes que lo conforman, sobre versos con rima consonante. 

Dice la letra:  "Ven esta noche al Thomás, tocaré para ti el baglamás bajarán los  ángeles a bailar el tsifteteli y si te emocionas mucho y te gusta el violín, con violín y con dulcémele bailarán los diablos.    
En el local de Thomás nos drogaremos todos juntos pero para que lo entiendas Babis te lo va a explicar.
 El violín de Yorgakis te dejará sin palabras y Marika con la pandereta reirá y te hará un guiño..."
El baglamás o baglama es un instrumento similar a una mandolina griega, que consta de un cuerpo pequeño de madera con forma cóncava y un mástil que sostiene tres pares de cuerdas. Es un instrumento muy antiguo cuya evolución dio lugar al buzuki, uno de los instrumentos más importantes del rebético. El Tsifteteli es una danza del vientre griega, en la que bailan hombres  mujeres por igual y es una mezcla de elementos griegos, turcos, armenios y árabes. El violín se incorporó a la música rebética ya en el siglo XX, al igual que el acordeón y el banjo, anteriormente los instrumentos que se utilizaban eran el baglamás, el buzuki y el laúd, principalmente. El dulcémele es un tipo de salterio con forma trapezoidal, más conocido como dulcimer. 
Durante esta canción Marika (ya adulta y con una hija) se incorpora a la música rebética para ganarse la vida al ser abandonada por su marido. 



Una de las escenas más importantes de la película, según mi criterio, es una conversación entre Yorgakis y Marika que tiene lugar en el Mercado de los Limones, cuando Yorgakis anima a Marika a cantar. A priori, parece una escena sin importancia, sin embargo, consigue definir perfectamente la esencia del rebético. Ella duda de su capacidad vocal y el le contesta: "¿Tienes dentro de ti sufrimientos y penas? Eso es todo". En este aspecto el rebético se asimila al espiritual negro cantado por trabajadores afroamericanos que vivían en condiciones de esclavitud y marginación. También se asimila al cante flamenco original que surgió de la persecución de los gitanos, judíos y musulmanes asentados en Andalucía.



En la siguiente escena podemos ver cómo Marika comienza a cantar inspirándose en momentos trágicos de su pasado. La melodía es una fusión de escalas occidentales con escalas muy utilizadas en la cultura turca, donde se mezclan modos mayores y menores.



La última escena a destacar es una actuación en la taberna, mientras están en plena guerra, con explosiones y bombardeos que no cesan. A pesar de ello, el grupo sigue tocando como si no pasara nada, incluso se arrancan a bailar. El único cambio es que se ponen de pie y aceleran el tempo de la canción. Parece surrealista, sin embargo, consigue reflejar la indiferencia que sienten ante el peligro. Han vivido y viven tantas situaciones amargas que para ellos es una más. 



Y después de spoilear la mitad de la película dejo el resto para que cada uno saque sus propias conclusiones. Tan solo contar que Marika Ninou comienza a grabar discos y se va a América, donde vivirá otras nuevas aventuras y desventuras que no voy a desvelar aquí. A lo largo de su vida grabó 119 piezas cantadas y 55 instrumentales y algunas se ofrecen a lo largo de la película en versión original. 

Conclusiones

Una de las películas imprescindibles para acercarse a un momento histórico de la Grecia del siglo XX y para conocer un género musical rico de una gran riqueza rítmica, melódica y cultural. La película ha sido muy bien valorada por la crítica y ha obtenido numerosos premios, entre ellos el "Oso de Plata" de Berlín (1984), el "Premio Especial del Jurado" en Valencia (1984) y el premio "Tesalónica" (1983) como mejor película, mejor actriz principal, mejor actriz y actor secundarios, así como Premio Especial al Compositor. 

NOTA: En el siguiente enlace se puede ver la película completa en griego con subtítulos en inglés.  https://youtu.be/G21q_5iac90

FUENTES:
https://ich.unesco.org/es/RL/el-rebetico-01291
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/canciones-de-amor-del-hachis-y-del-exilio-antologia-de-la-cancion-rebetica/html/
https://www.pireas.com/es/entertainment/nightlife/rembetika
http://hashmuseum.com/es/coleccion/hachis-en-grecia
https://int.ert.gr/agathi-dimitrouka-manolis-mitsias-gatsos-loved-concert-harvard-university/
https://elflamencoensevilla.com/cante-flamenco-historia/