miércoles, 16 de marzo de 2016

Manuel Carrasco, con nombre propio



 
Concierto de Manuel Carrasco, Teatro de la Laboral de Gijón. Sábado 12 de marzo, 2016.

Pocos euros he sacado de mi bolsillo para seguir la carrera de un cantante extraído de la famosa factoría Operación Triunfo y menos de esa segunda edición, donde, para participar era condición casi indispensable haber portado en alguna ocasión una corona de Miss o Míster, a juzgar por lo visto. Todos guapos a rabiar y todos con voces más o menos aceptables, sin más. Y de ese programa de televisión salió un chico de Huelva -guapísimo, faltaría más- que cuando cantaba resultaba ser una especie de sucedáneo de Alejandro Sanz con voz dulcificada. Al menos esa fue mi impresión inicial. Su segundo puesto en la edición de aquel concurso le abrió las puertas a una carrera musical con ocho álbumes de estudio y numerosos premios.

Su cita en la Laboral de Gijón colapsó por un buen rato el tráfico de los alrededores. Todo vendido, hasta las localidades de visión reducida. Allí estaba Manuel Carrasco con su banda para presentar el último disco “Bailar el viento”. Un buen espectáculo de principio a fin. Desde la animada “Tambores de guerra” hasta la coreadísima “Que nadie” -popularizada junto a Malú-, fue alternando cortes del nuevo disco con otros clásicos que se han convertido en himnos para sus fans. Precioso quedó todo el recinto del teatro iluminado con los móviles de los asistentes -a petición del cantante-, todos en pie entonando “No dejes de soñar”. Especialmente guapo fue el arreglo musical del tema “Menos mal”, con la melodía aflamencada de la voz sobre un piano de armonías jazzeadas en las manos de Javier Lozano “Loza” y un solo de armónica en tempo rubato a cargo de David Carrasco. También me sorprendió el arreglo del tema “Sígueme” y el solazo de piano a lo Bruce Hornsby que se marcó Loza. Nada que ver con el tema del disco. David Carrasco (primo de Manuel) es un pilar importante de la impecable banda de músicos por su faceta multiinstrumentista, cajón, teclados, guitarras y en especial el saxo, dando buena cuenta de ello en el insulso tema “Amor planetario”, engrandecido por su saxo y en “El Bar de los Pesares” donde se marcó un buen solo que hizo vibrar a los presentes. No me esperaba menos porque los artistas que perduran suelen rodearse de buenos músicos, buenos técnicos de sonido, luces,...todo en su sitio. Veintidós temas pudimos escuchar en total, incluidos seis bises. Lógicamente la ovación fue sonada y el público abandonó el recinto con cara de gran satisfacción.

Pues bien, después de lo visto no prometo comprarme sus discos pero muy probablemente sí acudiré a sus conciertos porque Manuel Carrasco en directo es una bomba. No es un sucedáneo de Alejandro Sanz ni mucho menos, es un artista con personalidad, autenticidad y sobre todo humildad y entrega a su público. Dice verdad en los versos que compone, se cree lo que cuenta y lo transmite dejándose la piel en cada frase. Un gusto.

Crítica de Mar Norlander para La Nueva España, publicada el 14-3 2016.

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