domingo, 24 de julio de 2022

Manolo García, un creador inagotable

 


Manolo García, “Gira 22”, Gijón Life. Sábado 23 de julio de 2022. 


Desde que Manolo García escribió los versos de “Insurrección” sentado en un váter y a toda prisa para poder grabarlo -porque la discográfica apremiaba y aún no era lo suficientemente solvente como para tomarse su tiempo-, hasta su doble álbum recién publicado han pasado más de tres décadas en las que el talento creativo de García ha brotado una y otra vez. Su repertorio cosechado en solitario, tras separarse de Quimi Portet y aparcar “El Último de la Fila”, da para muchas horas recital con grandes canciones, sin embargo, el cantante catalán no olvida sus orígenes y siempre está dispuesto a satisfacer al público que le ha seguido desde sus inicios. Por ello escogió “Insurrección” para comenzar y también para finalizar el concierto de Gijón, porque no hay mejor himno. Pero también rescató del dúo grandes temas como “Lejos de las leyes de los hombres”, “A veces se enciende” la magnífica “Aviones Plateados” o la dulce “Sara”, entre otras.  


El motivo de la gira es la presentación de dos álbumes publicados a la vez, porque su vena creativa no cesa y el parón de la pandemia dio para mucho. Así, escuchamos algunas de sus últimas composiciones de “Mi vida en Marte” que ya se han hecho muy populares, como “Un poco de amor” o las inspiradas “Diez Mil Veranos” y “Quisiera escapar”, con esos guiños copleros que imprime García en su voz; y también “Reguero de Mentiras”, la cual habrá que pulir un poco más, sobre todo en los coros. También, de su otro álbum nuevo “Desatinos Desplumados” nos presentó dos temas que destacan: el primero la rumba “La Maturranga”, con un buen arreglo de guitarras y que está llamada a ser uno de sus himnos coreados en los futuros conciertos. El segundo, “Laberinto de Sueños”, para el que escenificó una especie de cuadro flamenco en el escenario con toda la pedazo de banda que trae a cada uno de sus shows. 

 Y entre lo más viejo y lo más nuevo, durante dos horas y media de concierto nos deleitó con sus grandes canciones en solitario, principalmente de su álbum “Arena en los bolsillos” del que no faltó “Prefiero el Trapecio” o “Pájaros de barro” y, por supuesto, “A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando”, coreada por el público a un volumen que casi tapaba la potente amplificación que traía la banda.


Manolo García es un creador inagotable y ha logrado cosechar mucho repertorio y de lo más exquisito, pero sus conciertos no son solo una canción tras otra por muy exitosas que sean, lo mejor es su presencia y su manera de comunicarse con el público. Con un lenguaje sin grandilocuencias esgrime discursos que defienden el arte y la cultura, reclaman justicia social y, sobre todo, apuestan por la importancia de estar aquí y ahora. Es un tipo feliz y con sus canciones hace feliz a los demás. 


Crítica publicada en La Nueva España  



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