Los Secretos. Gira “Mi Paraíso”. Teatro de
la Laboral, viernes 7 de febrero
A Los Secretos se les
atribuye el inicio de la Movida Madrileña, allá por 1980 durante el Concierto Homenaje
a Canito (Enrique Cano Leal), batería muerto en un trágico accidente de tráfico
y componente del grupo “Tos” junto a los tres hermanos Urquijo (Javier, Enrique
y Álvaro). Su muerte originó la
aparición de la nueva formación que se ha convertido en toda una institución
musical, a pesar de los altibajos y las vicisitudes que han tenido que
atravesar a lo largo de estos cuarenta años de historia. Tras la muerte de
Enrique Urquijo (1999), su hermano Álvaro toma las riendas de la banda con una
proliferación discográfica más bien escasa. Por ello, el anuncio del nuevo
disco “Mi Paraíso”, después de nueve años de sequía, causó expectación y agotó
las entradas del Teatro de la Laboral en poco tiempo.
No hay nada nuevo en este
disco, simplemente son canciones nuevas que conservan el sonido y el estilo de
aquellas otras que convirtieron a la banda en lo que son. “Mi Paraíso” lo
forman doce temas que después de escucharlos te dejan la sensación de que las
cosas que están bien hechas para qué cambiarlas. Este es el gran mérito que
tienen Los Secretos, un estilo definido e imperecedero fácil de captar y de
acomodar a los oídos de varias generaciones.
Arrancaron con “Agárrate
a mí, María”, un clásico escrito por Enrique Urquijo dedicado a su hija y
terminaron con la versión de “Sobre un vídeo mojado” que ya formaba parte de
sus orígenes cuando eran “Tos”. Más de dos horas de concierto en las que la
figura de Enrique era recordada constantemente a través de los temas nuevos y,
por supuesto, los clásicos como “Déjame”, “Ojos de Gata” o “Y no amanece”,
entre otros.
La puesta en escena muy
cuidada y el sonido definido con precisión, pudiendo captarse cada detalle
instrumental. Ramón Arroyo sacó todo un arsenal de guitarras con las que
exhibió sus peculiares solos de alto nivel y una proliferación de adornos que
parecen simples y, sin embargo, engrandecen las canciones. Jesús Redondo, teclista y arreglista de gran
parte de los temas, también es responsable de los arreglos corales tan
característicos de Los Secretos. Él y el último fichaje de la banda Txetxu
Altube, bordaron las voces. El bajista
Juanjo Ramos y el batería Santi Fernández se encargaron de que el ritmo fluyera
con un buen engranaje. También hubo
algunos fallos del directo, pero nada reseñables, porque incluso esos fallos
son una muestra de tener los pies en la tierra y de transmitir verdad, por lo
tanto, hasta los errores quedaron bien en este concierto.
Buenos músicos
experimentados y buenas canciones ideadas con esa mezcla de nostalgia y talento
creativo, ese es el secreto de esta banda madrileña que forma parte de la
memoria musical de varias generaciones por derecho propio. Una banda que lleva cuatro
décadas creando canciones inolvidables que ya son himnos y que con “Mi Paraíso”
demuestran que aún tienen potencial para crear muchas más.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España
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