La mala acústica del auditorio restó brillantez a un recorrido memorable por las mejores canciones del artista argentino
Mar Norlander 05.07.2017 | 03:42
Ariel Rot, durante el concierto de ayer por la tarde.
METRÓPOLI
Abrieron cartel con "Una semana encerrado", del último disco del artista, "La manada", que dio paso después a uno de los clásicos del célebre músico, "Lo siento, Frank", puro rock and roll. Después de "Mil palabras sucias, Rot le dedica una canción a un vagabundo, "a ese vagabundo que todos llevamos dentro", dijo el artista, muy parlanchín durante toda la velada. La canción llevaba por título "Debajo del puente", un título viejo que compuso tras la separación de aquel imberbe "Tequila", "en un momento de lucidez juvenil", explicó.
"Yo no sé dónde estaría" sonó después, un tema que rescató después de revisar junto a su pianista decabecera algunas viejas canciones. Y siguió con uno de sus clásicos en solitario "Dos de corazones", aquella canción que narra como un jugador se lo juega todo a una carta. El momento más especial de la noche alcanza al sonar los acordes iniciales de "Viridiana", una canción que habla de una prostituta mexicana, que Ariel musicó para una letra de Sabina, de quien dicen que dijo al escuccharla: "Rot, nos vamos a forrar".
Dejó para el final dos postres suculentos, memoria de la época de "Los Rodríguez": "Me estás atrapando otra vez" y "Milonga del marinero y el capitán". Un concierto memorable en suma si no fuera por la mala acústica.
Crónica de Mar Norlander para La Nueva España
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