domingo, 1 de marzo de 2015

Maldataskull, jazz sofisticado y enérgico.

Llegan a Asturias para promocionar  su primer disco “Coton” y, para ello escogen el  Café Plaza Doze  de Gijón que, en pocos meses de existencia se consolida como un gran templo de culto para los aficionados a la buena música, no sólo jazz.
Originarios de Madrid, la trayectoria musical de Maldataskull comienza  en el Musikenne  de San Sebastián, donde se conocieron Jorge Castañeda (piano), Darío Guibert (contrabajo) y César de Frías (batería) cursando estudios superiores de jazz. Tras curtirse  en diferentes escenarios y festivales haciendo versiones  de otros,  paso a paso se fueron consolidando como trío. Pocas formaciones  de jazz (y de otros géneros) hay en España  de los que se pueda decir que forman un verdadero grupo consistente y engranado,  tallado a base  de muchas horas de ensayo tocando juntos hasta lograr adivinar qué sugiere el compañero por la forma de respirar.  Lo  curioso es que esta  consistencia la han alcanzado en tan solo dos años y medio.
Los integrantes manifiestan estar influenciados desde el jazz tradicional de Duke Ellington o Teddy Wilsson hasta el  jazz actual  más en la línea de Brad Meldhau, The Bad Plus,  Hiromi Uehara o Esbjorn Svensson.  Pero no sólo de jazz vive el hombre así que también alimentan sus oídos con géneros muy variopintos  y dispares como el thrash-metal, el hip-hop o el rock progresivo que, a priori, nada tienen que ver con el jazz, sin embargo ellos saben beber de la esencia de cada estilo y aplicarlo a un proyecto muy particular.

Tras escuchar el primer tema de su nuevo disco se intuía por donde iban los tiros  y, al  finalizar el tercer tema el público se entregó por completo a los  aplausos y vítores  hacia 3 grandes músicos que saben lo que se traen entre manos. Mientras desarrollaban los temas  hacían sutiles guiños,  a motivos musicales muy conocidos (Mario Bross, la Marcha Imperial de Star Wars, etc.),  causando la satisfacción  y la sonrisa de los oyentes,  entre ellos,   músicos de primera línea del panorama asturiano que no dejaban de manifestar su entusiasmo. En definitiva, un tema tras otro,  hasta un total de 12 composiciones que forman “Coton”,  dejaron encandilados a un público que permaneció fiel hasta el último bis.   No es de extrañar, un grupo con una gran madurez musical (a pesar de su juventud), buen sonido, buenas ideas, buena técnica y mucha energía son elementos más que suficientes para satisfacer a los aficionados a la buena música.
Mar Norlander para La Nueva España


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