jueves, 7 de julio de 2022

La mediocridad de Taburete

 


Festival Metrópoli, Recinto Ferial Luis Adaro. Miércoles, 6 de julio de 2022. 


Cuatro discos en el mercado lleva “Taburete” y el quinto a punto de salir (previsto para octubre), con algunas canciones que ya han sido avanzadas en formato single. Y tras un repaso por la mayor parte de su discografía seguía sin encontrar el motivo por el cual este dúo tiene tanto gancho. La voz de Guillermo Bárcenas es más bien mediocre, las progresiones armónicas  son tópicas y típicas de canciones infantiles, las melodías pobres e insulsas y los arreglos de lo más simple. Ni siquiera estos dos chicos madrileños destacan por tener un físico espectacular, claro que esto es muy subjetivo. En cuanto a las letras, la cosa no da para mucho: frases de corta y pega que parecen sacadas de libretas de su etapa de secundaria, con cierta reiteración al consumo de alcohol y a la apertura de piernas, (“Yo mataría por estar entre tus piernas”, frase de la canción “Entre tus piernas” o “Esperando que abras las piernas y me dejes pasar”, de la canción “Belerofón”). Por cierto, las dos canciones citadas son del mismo disco, prueba de poca capacidad inventiva.  


Viendo que lo grabado no había por donde cogerlo pensé que, quizás, tuvieran un directo potente, de esos que pegan en el pecho y vibran hasta las farolas. A veces pasa. Y el Festival “Metrópoli” era la excusa perfecta para comprobarlo: muy buena capacidad de aforo al aire libre, un precio de entrada muy atractivo para todo tipo de gente y una noche con una temperatura ideal para Gijón.

 

Batería, bajo, guitarras y teclados y hasta un trompetista que apenas tuvo intervenciones acompañaron al dúo; probablemente muy buenos músicos todos ellos, pero sin hueco para mostrar su talento. El caso es que en directo los de Taburete me parecieron más mediocres aún si cabe. Claro que es mi opinión, probablemente no compartida con gran parte del aforo abarrotado hasta la bandera que no dejaron de corear algunas de sus canciones a garganta viva  entre cañas y selfies. 


En fin, Guillermo Bárcenas y Antón Carreño son un claro ejemplo de esa “segunda generación rica” que captan seguidores por cuestiones ajenas a la música, bien sea por afinidad política o bien por el morbo de ser hijo y nieto de personajes corruptos. Desde luego por su talento musical no es. 

Por suerte, en las carpas cercanas al escenario pudimos encontrar bandas con grandes músicos tocando en directo que nos dulcificaron el oído antes y después del susodicho concierto. Y sin tanta parafernalia. 


Crítica publicada en La Nueva España  


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