jueves, 16 de mayo de 2019

El buen gusto de Zenet



Zenet presenta el disco “La Guapería”. Teatro Jovellanos, viernes 10 de mayo.

Como un “ladrón de géneros”, se define el artista multidisciplinar Antonio Mellado Escalona, de nombre artístico Zenet o Tony Zenet, al que los cubanos le han otorgado recientemente un premio al mejor disco extranjero. Hurgando a fondo en la colección Gladys Palmera -que cuenta con más de 100.000 discos de música latina y afrocubana-, hizo la selección de boleros antiguos que comprenden ”La Guapería”, título del recién estrenado disco que presentó en el Teatro Jovellanos ante un aforo casi lleno. En su disco demuestra que ha sabido apropiarse de la esencia del género con autenticidad, sin que suene a pastiche. Ha sabido extraer las bases, los sonidos y los poemas cantados y contados a la manera de Zenet y su presentación en directo no tiene desperdicio.  

Un set de músicos de primer nivel acompañan a la voz: contrabajo, batería, guitarra clásica, trompeta y violín, una formación un tanto atípica para el género como atípico es el artista que ha sabido encarnar mejor que nadie al joven Picasso en la miniserie de Juan Antonio Bardem. Mientras se iban ajustando los volúmenes de los distintos instrumentos sonó “Estás equivocada” y poco a poco nos llevó de la mano por el tiempo y por canciones maravillosas como  “Ansias locas”, popularizada por la reina del bolero Olga Guillot a la que Zenet añadió guiños al “Manisero” de Machín. Gran introducción y arreglos de guitarra en la perla cubana “Devuélveme mis besos”, y “Es tan difícil”, las dos del compositor y pianista Bola de Nieve, al que Zenet rinde un merecido homenaje rescatando su música.

Un total de dieciocho temas sonaron entre boleros, chachachá, salsa con toques de jazz y hasta chotis como “Por debajo de Madrid”, destacando canciones como “Quien sabe” con un interesante arreglo entre guitarra y contrabajo que servían de base para los brillantes solos de trompeta y violín.La  voz arenosa, de tesitura justa y bien afinada, se crecía en temas como “Un beso de esos”, en la que el trompetista Manuel Machado se llevó una gran ovación por su brillante solo. Y es que cada intervención de Machado era un espectáculo, por su enorme sonido, su digitación y sus fraseos. Muy destacable también las intervenciones del violinista, sobre todo en “La palabra Fin” y en “Imágenes”, con una gran paleta de matices.

Después del pataleo del público para reclamar bis volvieron con el gran éxito “Soñar contigo”, quedando un poco desmerecido al cantarlo sin micrófonos en un recinto grande. Por lo demás fue un concierto que cumplió ampliamente con las expectativas de los aficionados al género. Y es que Zenet es un artista al que merece la pena seguir sus pasos, porque tiene buen gusto, porque se trabaja sus espectáculos y porque sabe rodearse de grandes músicos con buenas ideas.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

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