miércoles, 26 de diciembre de 2018

Joshua Nelson: Góspel sin edulcorantes



Joshua Nelson & The New Yorkers Gospel. Festival de Gospel de Gijón. domingo 17 de diciembre.

Traer al Teatro Jovellanos a Joshua Nelson, acompañado por “The New Yorkers Gospel”, ha sido un gran acierto por parte de la organización para que no perdamos la fe en los festivales de este estilo musical. Digo esto porque es un estilo que funciona muy bien y siempre se llenan las butacas, el problema es que a estas alturas se ha estandarizado tanto que todos los conciertos suenan más o menos igual. Todos tienen una puesta en escena muy similar, todos tienen grandísimas voces, cantan más o menos el mismo repertorio - “Oh happy day”, “When the saints”, “Silent night”, “Jesus is the light”, etc- y todos empiezan y terminan con la misma cadencia. Ya lo decíamos en estas páginas al mencionar a “Chicago Mass Choir”, encargados de abrir el festival de esta edición: son buenísimos pero de producción en serie.


Si escuchamos a Mahalia Jackson podemos entender cómo siente la música Joshua Nelson, es la anarquía del gospel estandarizado, es la vuelta a las raíces del gospel. Para empezar nada de sermones religiosos, de hecho su espectáculo lleva por título “El Evangelio según Joshua”, toda una declaración de intenciones. De religión judía -nacido en Nueva York y de origen senegalés-, mezcla  la tradición “Kosher” con el soul y el gospel inspirado en el canto de la reina del gospel.

Comienza su espectáculo como otros lo terminan: aparece por los pasillos del teatro cantando a capella, seguido de sus integrantes ataviados con panderetas y tabla de lavar, sumergiendo al público en una gran fiesta para seguir así hasta el final. Ya en el escenario frente al piano, va desgranando tema tras tema a base de “work songs” y de cantos espirituales de raíces africanas en los que la improvisación siempre tiene cabida. También canta los clásicos citados antes, pero a su manera. De hecho, las armonizaciones vocales y las coreografías no están estandarizadas: cada componente de la formación suelta alaridos gospelianos cuando le apetece y se mueve libremente por el escenario.


Por otro lado - lo que más nos interesa-, cuando vamos a un concierto de gospel queremos escuchar grandes voces; Joshua Nelson tiene una voz inmensa y un timbre precioso sustentado por una energía desbordante. Su forma de tocar el piano o el órgano es técnicamente incorrecto por salvaje y visceral,  pero justamente es lo le hace más atractivo. Eso se llama tener feeling. El instrumento está al servicio de las voces, de la suya propia y de los nueve miembros que componen “The New York Gospel”, con buenas voces de tesituras muy contrastadas.

Joshua Nelson es todo un personaje que se define a sí mismo como “la peor pesadilla del Ku Klus Klan” y no sabemos cuánto hay de cierto en esto, lo que sí sabemos es que Nelson es capaz de mantener en plena orgía festivalera al aforo del teatro Jovellanos durante hora y media. Una fiesta por todo lo alto que nos traslada a los orígenes del gospel. Al gospel de verdad.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

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