viernes, 7 de diciembre de 2018

Homenaje a Igor Medio: Reinterpretando la tonada




Ciclo de Folk de Cámara “Igor Medio”. Museo Casa natal de Jovellanos. viernes 30 de noviembre.

La acústica del Museo Casa Natal de Jovellanos es adecuada  para un concierto como el que tuvo lugar este viernes, en un homenaje al fallecido músico asturiano Igor Medio. Los artífices tres músicos muy conocidos del panorama musical asturiano: Xose Martinez (Ún de Grao), a la guitarra y voz, Pepín de Muñalén, alternando la flauta traversa con el saxo y Tony Cruz, más fácil de ver con el contrabajo en sus colaboraciones con músicos de jazz. Más de una docena de piezas entre habaneras, añadas, cantares de ronda y principalmente tonadas, conformaron un repertorio sin mayores pretensiones que pasar un rato agradable en un entorno cómodo y aportar una nueva interpretación de la tonada.

Arrancó Xoxe con su guitarra acústica cantando una tonada para seguir con “Onde yo me pueda ir”, a la que se sumaron las melodías del saxo de Pepín. Para la animada “Torna la gocha Antona” ya estaban los tres músicos en el escenario, destacando las improvisaciones del saxo, por la calidad de ejecución y también por el volumen natural del instrumento que devoraba la sonoridad de la guitarra y el contrabajo. Más empaste de volumen hubo en “Quítate neña”, donde Pepín cogió la flauta traversa para adornar un cantar de ronda, con un arreglo muy guapo para aquellos versos que dicen: “si quieres que te quiera dame de aquello que me diste de nueche y taba bueno”.  

Gran parte de las letras asturianas no tienen desperdicio e invitan a hacer varias relecturas desde distintos puntos de vista. Xoxe Martínez suele respetarlas pero a veces cambia algunas frases simplemente porque no suenan bien, como es el caso de “Caleya arriba cantando”, donde suprime la frase “la que va a ser mi tormento” por “la dueña de mi pensamiento”. Así suena mucho mejor.

Algunas nanas también se interpretaron de una manera particular, entre ellas una en homenaje a Igor Medio que había grabado en un disco junto a Lisardo Prieto. Con tanta nana se bajó la intensidad del concierto, aunque sin llegar a dormirse. Para despedir enlazaron “El Besu” y “Agora no” en un arreglo muy agradable. Y es que  “Ún de Grao” allá por donde va reivindica una nueva forma de hacer canción asturiana, para que llegue a un público más heterogéneo -como el que estaba presente en la sala-, más moderno y menos encorsetado, simplemente porque es compatible. Hay gustos para todos y el trío formado para la ocasión gustó.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

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