Danilo Pérez, John Patitucci y Brian Blade.
Teatro de la Laboral, viernes 20 de abril, 2018
En la música, como
en todo, hay acontecimientos que se convierten en hitos históricos y se
mantienen en la memoria colectiva pasando a formar parte de rankings, de
páginas de internet o de libros recopilatorios cuyo título comienza por “Los
100 mejores de…”. Pues bien, a mi juicio la unión de tres astros de la primera
liga del jazz que se juntan para crear “Children of the Light” bien podría ser
uno de esos hitos históricos. Se trata de Danilo Pérez (piano), John Patitucci
(contrabajo) y Brian Blade (batería): tres músicos con una trayectoria más que
solvente que dominan el lenguaje del jazz en todas sus vertientes como pocos.
La presentación de este disco en el Teatro de la Laboral probablemente quede
grabado en la memoria de los asistentes por mucho tiempo, ya que las
sensaciones más placenteras afloraron desde la primera nota del piano y fueron
in crescendo durante casi dos horas de concierto.
Abrieron con
“Children of the Light”, tema homónimo del álbum, en el que se aprecia la
calidad técnica y la riqueza del lenguaje que utilizan cada uno de ellos:
improvisaciones, obstinati, búsqueda de diferentes timbres, cambios rítmicos y
un sinfín de matices que conforman su manera de entender el jazz más
contemporáneo. Cada composición aglutina
una cantidad de técnicas y de estilos que desborda los oídos de los
aficionados. Impacta el altísimo grado de entendimiento que se aprecia desde la
butaca, -están conectados de tal forma que respiran a la vez-, sin embargo, lo
mejor del trío es su nivel tan grande de improvisación: tienen tanto dominio y
disfrutan tanto de lo que hacen que no dejan de sorprenderse con las
improvisaciones de sus compañeros. Así lo pudimos comprobar en el tema lento y
enigmático “Midnight on Congo Square” o en “Suite for the Américas”, en el que
Patitucci exploró el contrabajo con el arco, produciendo sonoridades totalmente
diferentes. Una gran composición sin
duda. También estuvo presente un homenaje al creador del bebop Thelonious Monk
con una particular versión de la desconocida “Gallo’s Gallop”.
Con “Lumen”, además
de la experimentación tímbrica -apagando y jugando con las cuerdas del piano-,
se buscó la interacción con el público para silbar una melodía, pero se ve que
el silbido no es nuestro fuerte, a juzgar por el caos melódico que se formó
durante unos segundos. Rápidamente Danilo Pérez desistió del intento, dejando
que el tema fluyera y creciera hasta el apoteósico final. La ovación fue larga
y sonada.
La faceta más
humana y de compromiso social de Danilo Pérez también estuvo presente al
dedicar “Within Everything” a Donald Trump, al que le envía energía “para ver
si se le ilumina algo y le entra un poquito de luz”. Falta hace. Varias anécdotas de crítica social se
sucedieron entre tema y tema pero lo que más destacó fue el buen jazz extraído
de un trabajo dedicado al saxofonista Wayne Shorter, culpable de la unión de
estos tres grandes.
Sin duda, un
orgullo para Gijón haber podido contar con la presencia de Pérez, Patitucci y
Blade en su gira europea y una gran satisfacción para los asistentes al teatro,
al ser protagonistas del estreno de un disco que, probablemente, será mencionado.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España
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