Pablo López. “Tour Santa
Libertad”. Teatro de la Laboral, 17 de marzo.
Suenan las primeras notas al piano y un recinto con más de 1.300 personas
las reconoce y se disponen a cantar la canción de principio a fin. Eso es lo
que ansían la mayor parte de artistas y es lo que ha conseguido Pablo López con
tan solo tres discos en el mercado. La clave es la comercialidad: letras de
amoríos, unos compases de introducción con melodía pegadiza, alguna frase
cantada y rápidamente el tema se viene arriba. A la apoteosis total.
Después del primer estribillo decae un poco y rápidamente vuelve a lo más alto
para llegar hasta la traca final. Una fórmula que se repite una y otra vez en
la música comercial y que conocen perfectamente los artistas que han desfilado
por Operación Triunfo. Y así son las estructuras de la mayoría de los temas del
cantante y pianista malagueño. Sin
embargo, Pablo López va un paso más allá
de esas simples estructuras comerciales apoteósicas. Pablo es músico y esa
formación musical se nota. Canta bien y, además, es singular porque el
instrumento protagonista es el piano: un rara avis en la música pop española.
Abrió el concierto del Teatro de la Laboral con “El Camino” y “El niño”,
dos temas de su último disco “Camino, fuego y libertad”. Sonaron éxitos
de los dos discos anteriores como “Vi”, de corte más rockero y “Ven”, del álbum
“El mundo y los amantes”. El pianista, acompañado por guitarra, bajo y batería,
ofrecía buen sonido y una buena puesta en escena. El público estaba encantado
sin dejar de corear cada tema y más cuando sonó el último single “El Patio”. Es
curiosa la coincidencia de la armonía en las partes cumbres del tema con la
famosísima canción de Procol Harum “A Whiter Shade of Pale”, sin embargo la
melodía va por otros derroteros.
En cuanto a su interpretación al piano hay varias cosas que destacar: los
fraseos tipo blues en “El teléfono”, el diálogo de piano y guitarra (¿Ludovico
Einaudi?) en “Lo imposible”, el arreglo en directo de “Trece”, los guiños
a la música árabe en “El mundo”, las modulaciones de “Las 17:00” o la
introducción de “Lo saben mis zapatos”. Pablo López es un buen pianista y
además es capaz de conjugar calidad y comercialidad. Esto también es
parte de su éxito.
El concierto terminó con “Tu enemigo”, el tema que le catapultó a las
listas de ventas y el público disfrutó de un espectáculo que mantuvo la
apoteosis desde el principio al fin. También apoteósico está siendo su “Tour
Santa Libertad”, agotando las entradas con meses de antelación en cada ciudad
programada. Viendo la capacidad musical que tiene Pablo López seguro que en un
futuro aportará cosas nuevas, más registros sonoros y letras más elaboradas,
capaces de atraer a un público más heterogéneo y convertirse así en uno de los
grandes, de los que llenan estadios. Desde luego talento no le falta.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España el 26 de marzo
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