domingo, 21 de diciembre de 2025

La audacia del Ensemble 4.70

 


Ensemble 4.70. Ciclo de conciertos de Navidad de la Fundación Museo Evaristo Valle. Sábado, 20 de diciembre de 2025.

La formación camerística Ensemble 4.70 vuelve a demostrar que su mayor fortaleza reside, paradójicamente, en aquello que podría considerarse una debilidad: la ausencia de una formación fija. Bajo la dirección y el impulso de David Roldán -auténtico motor del proyecto-, el ensemble se reinventa en cada aparición mediante la incorporación de músicos de primer nivel, creando combinaciones musicales tan irrepetibles como estimulantes. En esta ocasión, el quinteto formado por Pedro Ordieres y Jesús Méndez en los violines, Rubén Menéndez en la viola, Marta Martínez al violonchelo y el propio Roldán al piano, brilló con una cohesión sorprendente para un grupo de naturaleza tan flexible.

El concierto, celebrado en el incomparable entorno del Museo Evaristo Valle, se erigió como un necesario homenaje al 50º aniversario del fallecimiento de Shostakovich, uno de los grandes compositores del siglo XX. La elección del repertorio, lejos de ser un simple recorrido por obras emblemáticas, mostró un criterio refinado y adaptado a la plantilla del ensemble. La velada se abrió con una Passacaglia interpretada con impecable precisión técnica y un admirable control de tensiones, estableciendo un clima de sobriedad y profundidad emocional. A ello le siguieron dos quintetos para piano y cuerdas en los que el grupo desplegó un equilibrio exquisito entre la severidad contenida del compositor ruso y un evidente disfrute interpretativo, logrando pasajes de gran vibración expresiva.

La inclusión del primer movimiento de la Sonata “Claro de Luna” de Beethoven sorprendía al leer el programa, pudiendo parecer un añadido poco justificado. Sin embargo, tras las explicaciones didácticas de Roldán y su interpretación, inmediatamente seguida del Finale de la “Sonata para viola y piano Op. 147” de Shostakovich, todo cobró sentido. La escucha consecutiva de ambas piezas evidenció la audacia del compositor ruso, que reelabora y dialoga con la célebre sonata beethoveniana, mostrando así su profunda admiración por el maestro de Bonn. Esta conexión -conceptual y emocional- reveló una lectura inteligente y sensible del repertorio, cerrando el concierto con un gesto de coherencia artística que confirmó, una vez más, la madurez y audacia del Ensemble 4.70.

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España


Danny Daniel y Francisco: dos voces históricas.

 


Teatro de la Laboral, viernes, 19 de diciembre de 2025. 

No existe fórmula mágica capaz de transformar un concierto lleno de imperfecciones en una experiencia memorable. Las claves son tan diversas como los propios espectadores, porque cada oyente llega con sus razones y su apego a esas canciones que marcaron momentos esenciales de su vida. Y en esta ocasión el aforo colgó el cartel de lleno absoluto.

Reunir en un escenario a dos figuras históricas de la canción española no es tarea sencilla; sin embargo, la iniciativa de Francisco de compartir escenario con su admirado Danny Daniel, terminó dando sus frutos. Para Daniel, afincado en Miami pero gijonés hasta la médula, la motivación para aceptar estaba clara: actuar en el imponente Teatro de la Laboral. Ese edificio majestuoso que vio alzarse desde el pulido de sus primeras piedras, simbolizaba además su regreso a casa, ante un público que lo vio crecer.

Acompañados por un cuarteto rítmico a la vieja usanza, sin pistas adicionales, comenzaron cantando a dúo “Por el amor de una mujer”. Se evidenció la falta de ensayo y la dificultad para ecualizar y encajar dos voces tan distintas. Tras esta apertura, optaron por alternarse: cada uno interpretó dos o tres de sus temas más emblemáticos hasta llegar al final, donde retomaron el dúo con el célebre “Vals de las mariposas”.

Francisco fue creciendo en voz y seguridad a medida que avanzaba su repertorio, concluyendo con la mítica “Latino”, una versión de “A mi manera” y un cierre por todo lo alto con “Granada”, demostrando que su voz continúa en plena forma. En cambio, en Danny Daniel la emoción se volvió protagonista: la voz se le entrecortaba, las lágrimas afloraban y cada intervención parecía una lucha entre la nostalgia y el escenario. Pero no importaba: el público estaba con él, lo arropaba y aplaudía, y lo que podían parecer fallos se transformaban en aciertos a través de la emoción. Así, entre complicidad y abrazos, ambos artistas culminaron un concierto de canciones históricas que el público agradeció con cálidos y sonoros aplausos.

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

viernes, 19 de diciembre de 2025

Velada solidaria con pulso sinfónico

 




Orquesta de la Fundación Filarmónica de Oviedo. Teatro Jovellanos, miércoles, 17 de diciembre de 2025.

Hay citas que, por su vocación y significado, se convierten en ineludibles. La Filarmónica de Gijón, en colaboración con Divertia, lo demuestra por quinta vez al impulsar un concierto solidario cuya recaudación íntegra se destinó en esta ocasión a la Asociación Española Contra el Cáncer de Gijón, una labor imprescindible que merece no solo reconocimiento, sino también el respaldo activo de la sociedad.

El concierto supuso además el estreno en Gijón de la Orquesta de la Fundación Filarmónica de Oviedo, formación recientemente creada bajo la dirección de Pedro Ordieres. Desde su propia definición como espacio de encuentro entre músicos de distintas edades y trayectorias, la orquesta evidenció sobre el escenario entusiasmo, cohesión y un prometedor potencial artístico.

El programa, bien elegido para las fechas que se aproximan, abrió con la Obertura de “Alfonso y Estrella”, D. 732, de Franz Schubert. La bellísima pieza, poco habitual en las salas de conciertos y relacionada con la monarquía asturiana -todo un descubrimiento-, permitió mostrar la firmeza y seguridad de Pedro Ordieres con la batuta, logrando un buen discurso sonoro y un magnífico empaste de las cuerdas, con Daniel Jaime como concertino y destacado violinista.

La Sinfonía “Del Nuevo Mundo” constituyó el atractivo del programa. Dvorák plasmó en esta obra una síntesis personal entre su lenguaje postromántico y las impresiones recogidas durante su estancia en Estados Unidos, sin recurrir a citas literales del folclore americano, tal y como recogía Pablo Siana en las magníficas notas al programa. La interpretación presentó algunos desaciertos puntuales y la cuerda quedó por momentos eclipsada por la numerosa sección de viento, sin embargo, en su conjunto se resolvió con brillantez. A destacar el Scherzo, que evidenció una orquesta ágil y bien articulada, rematando la sinfonía con el Allegro final lleno de energía y coherencia formal.

Los calurosos aplausos originaron dos propinas: el Danzón nº 2 de Arturo Márquez y un arreglo de “Noche de Paz”, original y delicado. En conjunto, un concierto honesto y bien trabajado, donde música y compromiso social se dieron la mano.

lunes, 15 de diciembre de 2025

Elefantes, sin teclas.

 


Elefantes, “25º Aniversario Azul”. Teatro de la Laboral, sábado, 13 de diciembre de 2025.

A la banda “Elefantes” le encantan las conmemoraciones y por ello vuelven para celebrar uno de los hitos clave de su carrera: el 25º aniversario de “Azul, el disco que los situó en primera línea del pop rock español y definió su identidad sonora. Tras conmemorar el año pasado sus 30 años de trayectoria, la banda llegaba a Gijón para cerrar esta gira especial, con un aforo ocupado solo a medias pero con la promesa del cantante Shuarma de ofrecer “el mejor concierto de toda la gira”.

La noche arrancó con un agradecimiento a Enrique Bunbury, productor del álbum y figura decisiva en el despegue del grupo tras descubrirlos en un garito de Zaragoza. Recibidos con una calurosa ovación, comenzaron con “Azul” y, a partir de ahí, interpretaron las trece canciones del disco en el mismo orden original. Los fieles asistentes corearon cada frase y cada estribillo, especialmente clásicos como “Piedad”, con el que suelen cerrar sus conciertos o “Cuéntame”, cuya rítmica resulta especialmente seductora.

 

Claro que trece canciones no dan para completar un concierto, por mucho que el comunicativo Shuarma se explayara con el público.  Así, ante la petición de bises recurrieron a varios éxitos de toda su trayectoria: “Que todo el mundo sepa que te quiero”, “Al olvido”, la eterna “Te quiero” de Perales y cerraron con “Este amor”, su tema más reciente.

La entrega del público fue incuestionable y, para la mayoría, se trató de un concierto memorable. También lo fue desde mi punto de vista, de no ser por el abuso de pistas grabadas. Más allá de apoyos puntuales y asumibles en coros (como la voz de Bunbury o la de Clara Montes), la acumulación de sonidos de teclado en casi todas las canciones, sin un músico que los ejecute en directo, resta veracidad a la propuesta. Aun así, el público salió satisfecho y, para muchos, la noche cumplió su objetivo.

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

domingo, 14 de diciembre de 2025

La experiencia sensorial de Grison

 


Grison Beatbox, “En Bucle”. Teatro de la Laboral, viernes 12 de diciembre de 2025.

“En bucle” es el show que Grison presentó en el Teatro de la Laboral, una propuesta a medio camino entre la comedia y la performance sonora. Sus credenciales musicales están fuera de duda: campeón de beatbox en varias ocasiones, su dominio de la voz como instrumento es incuestionable. Sin embargo, es su popularidad televisiva en “La Revuelta”, junto a Broncano en prime time, la que explicó el lleno del patio de butacas. La expectativa era clara: comprobar si podía sostener un escenario de grandes dimensiones armado únicamente con su voz, una guitarra y un procesador de loops.

Desde el inicio, el propio artista marcó el terreno de juego: “Esto es una experiencia sensorial, yo hago sonidos con la boca y vosotros os imagináis lo que queráis”. A partir de ahí, entre chistes –no todos igual de certeros- y una notable capacidad para integrar al público desde la primera intervención, Grison fue construyendo un arranque sólido y dinámico. De su garganta salían trompetas imposibles, delfines, perros, ambientes de discoteca, scratching y, sobre todo, una amplia paleta de percusiones vocales de distintas tesituras y procedencias, logrando la conexión con el público y la carcajada fácil.

El momento más destacado llegó con la participación de una espectadora visiblemente pasada de alcohol que subió al escenario para frasear “El Príncipe de Bel Air”. Lo que amenazaba con el desastre fue resuelto con oficio: Grison seleccionó fragmentos, los loopeó y construyó una canción inesperada a partir de expresiones de la susodicha, como “Cabuños”, reducción creativa de “cojones como puños”, dejando clara su gran capacidad de improvisación.  

La segunda mitad resultó más irregular, con una sensación de falta de rumbo.  Aun así, recursos como “Don’t Worry, Be Happy”, guiños Star Wars y un dificilísimo tema de “The Prodigy”, ejecutado con brillantez, amortiguaron la caída.

En definitiva, aunque el final no estuvo especialmente resuelto, se agradece un espectáculo que asume riesgos dejando espacio a la improvisación y apuesta por la participación activa del público.

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España.

viernes, 5 de diciembre de 2025

El Trío Preseli convence con un estreno absoluto.

 


Trío Preseli, Sociedad Filarmónica de Gijón. Teatro Jovellanos, miércoles, 3 de diciembre de 2025.

Singular concierto el que presentó la Sociedad Filarmónica en el Teatro Jovellanos al contar con un trío compuesto por María Hinojosa (soprano), Simon Lewis (trompa) y Daniel Pereira (piano). El Trío Preseli ofreció un programa de gran riqueza estética y emocional que abarcó casi dos siglos de creación musical, aunque la velada mostró un claro contraste entre sus dos mitades.

En la primera parte, que incluía obras de Berlioz, Rubén Díez, Randall y Schubert, destacó la hondura expresiva de “Introspección de Rubén Díez, una partitura de notable fuerza conceptual defendida con sensibilidad. Lewis mantuvo un nivel extraordinario, mientras que la soprano pareció necesitar algo más de tiempo para alcanzar su plena comodidad. Su emisión inicial se tradujo en una lectura contenida, aunque cuidada y respetuosa, de El pastor en la roca” de Schubert. Aun así, la cohesión del trío se sostuvo gracias al acompañamiento atento y elegante de Pereira, decisivo para la solidez de esta primera mitad.

El punto de inflexión llegó tras el descanso con el estreno absoluto de Bosque” (2025) de Gabriel Ordás, uno de los grandes hitos de la noche. La obra, compleja y delicadísima en su arquitectura sonora, exige una atención extrema al detalle y una ductilidad expresiva que el Trío convirtió en una experiencia absorbente. La evocación del paisaje crepuscular y el refinado juego de capas tímbricas revelaron una escritura de enorme sensibilidad que bien podría justificar una futura ampliación del ciclo. A partir de este estreno, Hinojosa mostró plenamente su capacidad artística: mayor variedad tímbrica, control dinámico exquisito y un notable despliegue de recursos vocales.

Mención especial merecen las “Four Irish Songs” de Havelock Nelson, interpretadas con frescura, claridad y un contagioso sabor local que el público recompensó con una ovación entusiasta.

El cierre con “Lela, popularizada por Dulce Pontes, fue una auténtica joya: una interpretación intensa y emotiva que coronó una segunda parte brillante y confirmó al Trío Preseli como un ensemble de gran proyección y versatilidad.

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

domingo, 30 de noviembre de 2025

Bustamante no brilla por la acústica

 



La voz de Bustamante mejora en cada nueva gira —y ya van más de veinticinco desde que debutó en “Operación Triunfo con apenas diecinueve años—. Su repertorio también avanza cuando deja a un lado los reguetones y esa amalgama de pseudoritmos latinos que poco aportan a una de las voces populares más potentes del panorama urbano español. Su nuevo disco, “Inédito”, reúne mejores canciones, arreglos más cuidados y una personalidad reforzada, fruto de una madurez artística previsible en alguien cuya capacidad vocal nunca estuvo en duda.

Sin embargo, todas esas composiciones, matices y detalles que ensaya minuciosamente junto a su sólida banda para los directos se pierden en recintos cubiertos por carpas de plástico completamente cerradas, como es el caso del Gijón Arena. Bustamante es un cantante que vocaliza con claridad, pero en esta ocasión apenas se entendían las frases.

Un aspecto positivo fue que el recinto no estaba abarrotado, algo poco habitual, y eso permitió moverse con libertad en busca del mejor sonido. En ciertos puntos -muy escasos- se encontraba un equilibrio suficiente para disfrutar de sus alardes vocales, de los coros de Olaya Salazar o del talento de sus músicos.

Más allá de los problemas sonoros, Bustamante volvió a mostrarse cercano y afectuoso con su público y no escatimó entrega vocal.  Entre las nuevas composiciones que presentó destacaron el momento acústico de “Derramando verdad” y “Soy capaz”. Y además de presentar los temas inéditos, recurrió a clásicos como “Devuélveme la vida”, “Dos hombres y un destino” o “No soy Superman”, habituales en sus giras.

En definitiva, Bustamante puso la voz y la energía, la banda aportó el trabajo minucioso y la carpa se encargó de reinterpretar a su manera todo el conjunto, añadiendo un filtro sonoro que deslució el esfuerzo artístico y convirtió el concierto en una experiencia parcialmente frustrante… salvo que, con el precio de la entrada, uno solo busque la experiencia visual.

Crítica publicada en La Nueva España

viernes, 28 de noviembre de 2025

El mejor tributo a Michael Jackson

 




“This is Michael”, Gijón Arena, jueves, 27 de noviembre, 2025.

El Gijón Arena acogió This is Michael, el espectáculo en el que el brasileño Lenny Jay

revive la figura del Rey del Pop ante varios centenares de espectadores. Su parecido físico,

gestual y coreográfico resulta sorprendente, hasta el punto de parecer un clon en

movimiento. En lo vocal, sin embargo, sus limitaciones son más audibles: aunque reproduce

bien los giros y el timbre de Michael Jackson, carece de la potencia y flexibilidad del original.

Aun así, hoy por hoy es el mejor imitador del artista.

El principal inconveniente fue el recinto: una carpa útil para combatir el frío, pero perjudicial

para la acústica. El sonido se convertía en una “bola sucia” que emborronaba los matices y

restaba precisión a la mezcla. Una pena.


El show arrancó con “Wanna Be Startin’ Somethin’”, con un espectacular cuerpo de baile y

grandes músicos que arroparon a Jay para recorrer durante dos horas los momentos más

emblemáticos de la carrera de Jackson. “Smooth Criminal”, “Bad”, “Billie Jean” o “Thriller”,

incluyendo un medley de The Jackson Five, desataron una auténtica euforia entre los

asistentes.

La presencia de Jennifer Batten, histórica guitarrista de Jackson y parte fundamental de su

banda durante una década, aportó un plus de autenticidad y energía eléctrica. El cierre con

“Beat It” alcanzó uno de los puntos más altos gracias al mítico solo creado por Eddie Van

Halen y que Batten interpretó miles de veces junto al propio Michael.


Mención aparte merece la corista del show, dejando impactado al público: su potente y

afinada voz brilló especialmente en los interludios en los que Jay cambiaba de vestuario. Su

duelo de blues con Batten fue uno de los momentos más espectaculares de la noche.

“This is Michael” es un tributo respetuoso, vibrante y lleno de talento, capaz de evocar,

aunque sea por instantes, la magia del mito. Sin duda, el mejor homenaje a Michael

Jackson que puede verse hoy en día.

domingo, 9 de noviembre de 2025

Catherine Russell: elegancia y swing

 



Festival Jazz Gijón. Teatro Jovellanos, sábado, 8 de noviembre, 2025.

Un repertorio de grandes clásicos del jazz fue la propuesta con la que Catherine Russell clausuró el Festival Jazz Gijón. Hija del pianista de Louis Armstrong y de Carline Ray —destacada bajista de sesión que grabó centenares de temas junto a artistas de primer nivel—, Russell ha heredado tanto el gusto por el jazz como el talento.

El concierto se abrió con el blues “Send for Me” de Nat King Cole, en una interpretación sólida que destacó por un excelente solo de piano. Tras “Did I Remember”, homenaje a Billie Holiday que Russell abordó con discreción, el tono subió con “I Don’t Need No Doctor”, tema asociado a Ray Charles. El acordeón fue protagonista de “Swing Cats Ball”, músico versátil que alternó piano con acordeón. Faltó energía en “Bring It Back”; sin embargo, Russell recuperó el pulso del concierto y sorprendió con “You Stepped Out of a Dream”: una interpretación sensual y elegante, sostenida por un solo de acordeón especialmente inspirado.

A mitad del recital, sorprendió con un cambio de rumbo rítmico y emocional con “Bocas del Toro”, homenaje a su padre y al pueblo panameño donde nació, que aportó un aire cálido y personal al repertorio.

En la recta final, llegaron algunos de los momentos más logrados: “I Only Have Eyes for You”, interpretada con delicadeza y sensualidad, marcó por fin la conexión plena entre piano y guitarra; “The Touch of Your Lips” brilló por su refinamiento, y “My Ideal” cerró la velada con gran ovación del público.

El pianista fue sin duda el sostén instrumental del grupo, mientras que el guitarrista, más discreto en la primera parte, se mostró mucho más inspirado en la segunda, aportando matices y calidez.

Catherine Russell demostró una vez más que no necesita artificios para conquistar: basta su voz, su swing natural y su respeto absoluto por la tradición del jazz. Un cierre de festival lleno de clase, emoción y memoria.

Crítica publicada en La Nueva España

sábado, 8 de noviembre de 2025

El espíritu de Paco de Lucía ilumina el concierto de Al Di Meola

 


Festival Jazz Gijón. Teatro Jovellanos, viernes 7 de noviembre, 2025.

Decir Al Di Meola es invocar a una de las instituciones vivas de la guitarra moderna. Creador, innovador y virtuoso como pocos, el estadounidense ha compartido escenario con figuras legendarias como Chick Corea, Jean-Luc Ponty  o Stanley Clarke, y su nombre permanece ligado al álbum de culto grabado junto a Paco de Lucía y John McLaughlin en 1996, una joya que atesoro para siempre.

Con las entradas agotadas, comenzó con uno de sus pasados éxitos, “Infinity Desire”, donde ya se hizo patente ese toque inconfundible y preciso que caracteriza a Di Meola, destacando más por lo visceral que por la técnica académica. Vizzini”, del mismo álbum, aportó una paleta sonora más amplia gracias a los matices sintetizados que colorean su guitarra. Aparentemente acústica, oculta una sofisticada pastilla MIDI que le permite transformar su sonido a voluntad, añadiendo capas tímbricas mediante pedales y efectos que enriquecen sus composiciones.

A su lado, el guitarrista Peo Alfonsi demostró una compenetración perfecta con Di Meola, mientras que el percusionista Sergio Martínez desplegó un abanico de ritmos y texturas que elevaron la propuesta a un nivel de virtuosismo colectivo.

Uno de los momentos más emotivos llegó con “Ava’s Dance in the Moonlight”, acompañada por imágenes de su hija desde la infancia hasta su carrera como bailarina profesional. Preciosa composición extraída de su último álbum “Twentyfour”. También destacó “Café 1930, con influencia de Astor Piazzolla y un final de intensidad creciente. Las complejas polirritmias de “Milonga Noctiva” (2018), mostraron el dominio técnico del trío, mientras que “Azzura”, rescatada del disco junto a Paco de Lucía y McLaughlin, evocó la presencia del maestro andaluz.

Tras un homenaje a los Beatles y el “Double Concerto”, donde despuntó la percusión de Martínez, culminó en un clamoroso bis con “Mediterranean Sundance”, tema emblemático que selló la velada entre ovaciones y nostalgia. El espíritu de Paco de Lucía pareció sobrevolar el escenario, cerrando una noche de intensidad, maestría y emoción pura.

Crítica publicada en La Nueva España

lunes, 27 de octubre de 2025

Gianni Schicchi, una ópera con alma joven.

 

“Gianni Schicchi para la infancia”. Organiza: Sociedad Filarmónica de Gijón. Teatro Jovellanos, domingo, 26 de octubre de 2025.

La creadora y directora Maite García Heres, al frente de la “La Federica”, sorprende una vez más con la ópera cómica “Gianni Schicchi”, de Giacomo Puccini, en una versión adaptada para público infantil, traída a Gijón por la Sociedad Filarmónica. Pero lo que realmente cautiva no es solo la frescura de la propuesta, sino la implicación y el talento de los jóvenes intérpretes, cuyas edades oscilan entre 9 y 15 años. 

La historia —una divertida comedia de enredos sobre la avaricia, el ingenio y el amor— presenta al astuto Gianni Schicchi, quien logra burlar a una familia hipócrita para quedarse con los bienes del difunto Buoso Donati: una casa, un molino, una mula y un jugoso capital.

En esta versión infantil, la esencia cómica y moral del original se mantiene, pero con una frescura que la hace cercana y comprensible para todas las edades. Destacaron varias voces,  especialmente la de Simón, que interpretó su papel con credibilidad; también la del propio Gianni Schicchi, cuya emisión vocal y afinación sorprendieron por su madurez y peculiar timbre. Lauretta, por su parte, brilló al defender con seguridad y potencia la célebre aria O mio babbino caro, uno de los momentos más aplaudidos de la función.

Casi una veintena de jóvenes artistas demostraron conocer su papel al detalle y lo defendieron con tal entusiasmo y precisión que el público del Jovellanos tuvo la sensación de estar ante plenos profesionales. La representación contó además con una reducida orquesta de siete músicos, que supo extraer toda la esencia de la partitura original con gusto y equilibrio.

La propuesta de García Heres, además de acercar la ópera a los más pequeños, demuestra que el arte lírico puede ser también un terreno fértil para la formación y la ilusión juvenil. Un trabajo cuidado, fresco y con alma, que deja con ganas de volver a ver al elenco sobre el escenario.

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

Ana Belén: mucho más que oficio.

 

                       Foto: Luisma Murias


 Tour “Más D Ana”, Teatro de la Laboral, Gijón, sábado, 25 de octubre de 2025.

Tras seis años de silencio musical, la vuelta de Ana Belén a Gijón garantizaba el lleno absoluto. Y así fue. El tour “Más D Ana” es toda una lección de oficio, calidad, elegancia y carisma, con un recorrido por más de una veintena de canciones icónicas y la inevitable renuncia a muchas otras: su fecunda carrera ofrece material de sobra donde elegir.

El tour se solapa con su nuevo disco, recién publicado, con canciones que apuntan a formar parte de sus nutridos himnos, como la homónima “Vengo con los ojos nuevos”, la glamurosa “Cinecittá” o “Que no hablen en mi nombre”, dedicada a las niñas de Palestina.  

Arropada por seis músicos y con su hijo, David San José, al piano y la dirección musical, ofreció un concierto magistral y equilibrado entre memoria y actualidad. Abrió conSolo le pido a Dios” y selló la noche con “España camisa blanca, “La puerta de Alcalá y “Balancê. Entre medias, todo un desfile de joyas entre las que destacaron por su sonoridad “Lía, “Peces de ciudad, “El hombre del piano” y “A la sombra de un león”. En ellas volvió a demostrar por qué es una de las grandes voces: no dejó ni una sola frase para que el público hiciera su trabajo; afinación perfecta, técnica inmejorable, sensibilidad y potencia intacta.

Uno de los momentos más exigentes llegó con “La salida no es por ahí, compuesta por Michel Camilo y con letra de Víctor Manuel: difícil, intrincada, casi jazzística, e interpretada con una solvencia admirable.

No me convenció el nuevo arreglo de “Contamíname: su introducción desconcierta y los coros no terminan de encajar. Tampoco la nueva bachata, pese a su éxito radiofónico, está por debajo del nivel del resto del repertorio y difícilmente pasará a la posteridad. El resto, impecable.

A la salida, las caras de satisfacción del público confirmaban que lo vivido aquella noche había sido sencillamente inolvidable, y la entrada, para enmarcar.  

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España. 

lunes, 13 de octubre de 2025

El Cuarteto Casals deja boquiabierto al Jovellanos.

 


Sociedad Filarmónica de Gijón. Teatro Jovellanos, sábado 11 de octubre de 2025. 

El Cuarteto Casals dejó boquiabierto al aforo del Jovellanos y demostró por qué se sitúa entre las formaciones camerísticas más destacadas de nuestro tiempo. Se trataba del concierto inaugural de la temporada de la Sociedad Filarmónica y, para la ocasión, se seleccionó un programa tan ambicioso como coherente: el “Cuarteto n.º 3” de Arriaga, el “Cuarteto n.º 3” de Shostakovich y el “Op. 130” incluida la “Gran Fuga” de Beethoven. Ambicioso, porque requiere un conocimiento profundo de diferentes técnicas y sonoridades; y coherente, porque en las tres obras late la esencia beethoveniana. 

En el bellísimo cuarteto de Arriaga, el conjunto mostró una lectura de gran elegancia y claridad. La articulación fue precisa, el equilibrio entre voces impecable, y la calidez del sonido reveló tanto el refinamiento clásico como las intuiciones románticas del joven compositor bilbaíno.

El cuarteto de Shostakovich tiene tanta intensidad emocional que es difícil de ejecutar con precisión sin caer en la monotonía. La interpretación del Casals fue impecable: la expresividad y la infinidad de matices provocaron que buena parte del público se le descolgara la mandíbula según avanzaban los cinco movimientos. Bravo, bravísimo.

Y para rematar la velada, el Op.130 incluyendo la “Gran Fugafinal. Beethoven la había concebido como cierre del cuarteto, pero su estilo radicalmente innovador y el rechazo de público y editor lo llevaron a sustituirla por un movimiento más ligero, publicándose aparte como “Opus 133”. Es poco habitual escucharla integrada, y el Cuarteto Casals asumió el desafío con valentía y lucidez. Su rigor estructural y su fuerza visionaria se manifestaron aquí en una interpretación tensa, musculosa, pero nunca desmesurada. 

El público celebró una apertura de temporada memorable. El Casals no solo demostró su excelencia técnica, sino su capacidad para transformar la precisión en emoción y el estudio riguroso en arte vivo. Larga vida al Cuarteto Casals y que vuelvan pronto. 

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España



Nicolas Altstaedt y Nuno Coelho inauguran con solvencia el curso sinfónico.

 



Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA)

Solista: Nicolas Alstaedt (violonchelo)

Lugar y fecha: Teatro Jovellanos,  jueves, 9 octubre, 2025.

Director: Nuno Coelho


Con un aforo discreto, arrancó la temporada de abono de la OSPA en el Teatro Jovellanos, contando con la colaboración de uno de los más importantes chelistas de la escena internacional, Nicolas Altstaedt. El francoalemán, ya familiarizado con la Sinfónica, escogió para la ocasión el interesante y enigmático “Concierto para violonchelo”  del inglés William Walton, obra con la que se lució ampliamente. Su sonido, amplio y profundo, de cálida resonancia, fue lo más destacado. El Allegro appassionato resultó impactante, y las crines del arco de Altstaedt apenas resistían el virtuosismo que exigía  la partitura; sin embargo, la madurez y solidez técnica obraron en su favor. La batuta de Nuno Coelho mantuvo un diálogo equilibrado entre solista y orquesta, haciendo crecer la sonoridad que requería la compleja partitura. El resultado fue una interpretación coherente y convincente, que confirmó a Altstaedt como uno de los violonchelistas más destacados de su generación, y nuestra orquesta autonómica, en buena forma y con posibilidades de crecer ahora que hay mayor competencia en el panorama regional.  

Tras la sonora ovación y el descanso para cambio de atriles, volvió la OSPA en pleno para interpretar la “Sinfonía n.º 9 en do mayor” de Schubert, identificada así en el ámbito anglosajón, mientras que las ediciones germanas la catalogan como Séptima u Octava.  Más allá de cuestiones de numeración, la interpretación fue brillante. La orquesta ofreció una lectura de gran cohesión y energía, que pareció fruto de largas sesiones de ensayo. La firmeza de Coelho resultó decisiva para mantener la arquitectura y el pulso de una obra de gran envergadura, cargada de bellísimas melodías que transitan con naturalidad. Nadie como Schubert para aunar belleza y coherencia sin perder el sentido sinfónico; y, aunque es una sinfonía extensa resulta breve.

En definitiva, un inicio de temporada prometedor que evidencia el excelente entendimiento entre director y orquesta y augura grandes veladas. 

Crítica de Mar Norlander para La Nueva España