martes, 19 de marzo de 2019

Sidecars: Cuestión de gravedad



Sidecars. Teatro de la Laboral, viernes, 15 de marzo, 2019.

Tres  madrileños, amigos desde los tiempos de instituto, decidieron un día formar “Sidecars”  y juntos llevan más de diez años en cartel. Juancho (voz y guitarra), Gerbass (bajo) y Ruly (batería) no son músicos que destaquen por su virtuosismo, tampoco son especialmente guapos, ni tan siquiera son grandes compositores. Los arreglos de sus canciones no brillan sobremanera: las melodías son básicas y muy escuchadas (típico pop español), las estructuras son las de siempre  y en cuanto a timbres o recursos armónicos, del montón. Además, la voz de Juancho es peculiar, tirando a fea. Sin embargo, ahí están. Agotando las entradas por donde van.

“Cuestión de gravedad” es el quinto álbum (cuarto de estudio) y fue presentado en el teatro de la Laboral tras más de un año recorriendo el país. Ser de los últimos en escuchar el estreno de un disco tiene sus ventajas, porque a estas alturas la banda ya está más que ensayada y todo debe fluir perfectamente.  El teatro lleno recibió con aplausos al trío arropado por un percusionista, un teclista y un multiinstrumentista que con su steel guitar inició los primeros acordes de “Cuando caigas en shock”. Siguió “La Tormenta” y todo el aforo cantando a modo de himno. Buen desarrollo de la percusión en “Costa da Morte” y excelente arreglo de guitarra y órgano tipo Hammond en “Canciones Prohibidas”. Desde el sexto tema “Tan rápido”, el público se puso en pie y ya no volvió a calentar las butacas.

Durante más de dos horas de concierto pudimos escuchar los trece temas que conforman el disco, con el que muestran un trabajo más solvente y más madurado. También escuchamos algunos éxitos anteriores como “Todos mis males”, popularizada junto a Dani Martín o “Chavales de instituto” con un arreglo bastante chulo, en la línea de “Baile de Ilusiones” de Ariel Rot. Hubo un interesante duelo de guitarras en “Ya no tengo problemas” y sonó “Dinamita”, en la que echamos de menos la voz de Carlos Tarque y “Los Amantes” en la que faltó la voz de Iván Ferreiro. El éxito fue arrollador, de hecho tocaron nada menos que siete bises.

“Sidecars”, de momento, no es una formación para llenar grandes estadios o merecedora de un “Grammy”, aunque hayan hecho sus cameos con figuras consagradas del pop español, que eso siempre ayuda (Juancho es hermano de Leiva).  Sin embargo, lejos de ser pretenciosos estos tres chavales son fieles a su concepción de la música y se han ganado su sitio a base de construir canciones sencillas que hablan de cosas cotidianas, con ciertas dosis de elegancia y mucho trabajo detrás. Así que si hablamos de “Cuestión de gravedad” las cosas caen por su propio peso, el disco es bueno y el éxito es bien merecido.
Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España

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