martes, 12 de junio de 2018

Queen acierta con Adam Lambert




 

Queen + Adam Lambert Tour. WiZink Center de Madrid, sábado 9 de junio. 


Vaya por delante que Freddy Mercury es un artista único e irrepetible y que desde su muerte (1991), Queen cerró su etapa como una de las mejores bandas de toda la historia del rock. Pero, siendo objetivos y dejando a un lado nostalgias, pasiones y todo aquello que “pudo haber sido si...”, lo mejor de la banda británica han sido sus grandes canciones, -la mayoría compuestas por Mercury, cierto-. Y las canciones siguen vivas y seguirán por muchas generaciones. Unos cuantos revivals e intentos de volver a formar  Queen me vienen a la memoria, pero ninguno acabó de cuajar, porque no se puede “sustituir” al gran Freddy. Y ahora con Adam Lambert han acertado de pleno.  Porque Lambert no imita a Mercury, no canta como él ni tiene su personalidad. Es un artista con identidad propia, capaz de cantar las canciones de Queen e incluso mejorar algunas, que ya es difícil.  


El 40’ Aniversario del icónico disco “News of the World”, era la excusa para la gira de Queen + Adam Lambert. Olvidada  la puntualidad inglesa (casi veinte minutos), apareció en pantalla el inquietante robot del disco mencionado en una imagen en 3D, y con un preciso y brutal puñetazo del robot dio comienzo el impecable show, que mantuvo la coherencia de principio a fin. Para “romper”, la poco conocida “Tear It Up”, seguida de “Seven Seas of Rhye” y “Tie Your Mother Down”: impecable estética, buen sonido y muchos coros grabados como es habitual en Queen.  Con “Play the Game” el público se rindió a los pies de Brian May que fue ovacionado en cada intervención.

 El escenario en forma de guitarra  y el mástil entrando en la pista, era el sitio perfecto para la intimidad con el público. Después del apoteósico “I Want It All”, Brian May -gran protagonista y muy en forma con las seis cuerdas-, sentado en el extremo del mástil interpretó un fragmento del Concierto de Aranjuez y nos invitó a cantar “Love of my life”, terminando con un holograma de Freddy en la pantalla. Sin duda, un momento especial, como lo fue también antes de los bises la proyección de Mercury, interactuando con más de 17.000 personas que abarrotábamos el WiZink Center de Madrid. La magia de la tecnología.

La estética del espectáculo impecable -no esperábamos menos-, y sobre todo coherente con cada tema: las bicicletas rosas de “Bicycle Race”, la bola de discoteca de “I Want to Break Free”, las imágenes y los rayos láser de “Radio Ga ga” o la mano del robot elevando a Brian May en una plataforma son solo algunos ejemplos. El espectáculo se abrió con el robot del disco “News of the World” y se cerró con dos de los grandes éxitos que formaron parte de este álbum: “We Will Rock You” y por supuesto “We are the Champions”, con Adam Lambert coronado.

Afirmaba que Adam Lambert mejora algunas de las canciones de Queen. Prueba de ello son “The Show Must go On”, “Bohemian Rhapsody” o “Who Wants To Live Forever”. Pero, además de cantar muy bien y ser guapo (muy George Michel), lo que más destacaría de este artista es su humildad en el escenario: sabe ser el protagonista, con descaro y chulería cuando le toca y sabe quedarse en la sombra cuando es el momento de Brian May, de Roger Taylor o del mismísimo Freddy, bien sea en imágenes o en hologramas. Sin duda, con Adam Lambert la banda británica es capaz de mantener viva su propia esencia. Larga vida a Queen. 

Crítica de Mar Norlander publicada en La Nueva España 

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