martes, 10 de febrero de 2009

Pesadilla con los cables



Esta noche he tenido una pesadilla .
Me he despertado en medio de un escenario atiborrado de cables super gordos igual que las mangueras de los equipos , barras de micros con un montón de patas estorbando, bombos , timbales y herrajes de batería por todas partes, ( la de Martín) amplificadores enormes como neveras , cajas de rack y más cables que estaban enmarañándolo todo, trenzados con focos de luces y la máquina de humo que no dejaba de atiborrarme . Todo el fondo estaba muy oscuro y sólo alumbraban las ráfagas de colores saliendo de los focos de 1000 watios , cambiando a una velocidad que no me dejaba ubicarme en el espacio. Yo estaba en una esquina del escenario y tenía que llegar al otro lateral para tocar los teclados y allí esperándome estaba el nuevo SOLARIS de John Bowen junto con un Yamaha y el Tritón diciéndome !a qué esperas!!!!llegas tarde!! . No podía llegar a tiempo y además no había programado los teclados para el primer tema. !Qué angustia! Mi respiración se entrecortaba por la ansiedad que me provocaba y cuanto más quería avanzar más cables había. Ahora ya no estaban sólo por el suelo , también por el aire , colgados a modo de liana desde los puentes de luces . Cada paso que daba había más, más y más cables que me impedian llegar a mi punto de destino. !Dios mío , qué ansiedad!!. No podía llegar, era imposible , no se de donde salían tantos cables y de repente se encienden las antorchas que iluminan al público. Estaba todo atiborrado de gente gritando y silbando eufóricos , esperando por el concierto. Me entró el pánico y quería llegar ya pero cada vez se me complicaba más . Me enredé con cables y más cables y más cables y cada vez más cables y ya no me pude mover , así que caí rendida al suelo en medio del escenario y llorando...

Poco a poco me fui tranquilizando y a través de las lágrimas empecé a vislumbrar el escenario con más luz, una luz ténue pero al fin y al cabo era luz. Las luces de los robots dibujaban en el suelo figuras geométricas azules y grises abriéndose y cerrándose dándo sensación de amplitud. Mientras me secaba las lágrimas me di cuenta de que los cables eran del tamaño normal de cualquier cable de audio y que ya no había tantos. Sólo había una barra de micro y no tenía patas, tan sólo una base circular. La batería era normal , con un bombo de 22", 3 aéreos , el base y la caja, el bajo y la guitarra no utilizaban cables, todo era inalámbrico. El público estaba de buen humor y con buena predisposición a escucharnos. No eran miles de personas, eran cientos , pero eso daba lo mismo , porque con las luces después de la quinta fila ya no se ve mas que oscuridad. Pero había buen rollo que es lo importante y el escenario estaba despejado y se podia respirar.
Allí estaban mis teclados esperando por mí, como siempre. Tan sólo tenía que llegar , encenderlos y programar los sonidos , sólo necesitaba 5 segundos y empezar a tocar. !Qué fácil!. Ahí me desperté.
!Coño! Después de haber sufrido la pesadilla podía haber esperado a despertarme cuando terminara el concierto. Por lo menos haberme dejado disfrutar de 1 ó 2 temas.
!Qué fastidio!

1 comentario:

Mar Norlander dijo...

Hola Nokenicus:
Tienes discos muy curiosos y desconocidos en tu blog. Estaré atenta.
Tus datos personales son de lo más original y divertido, aunque no se si pensarán lo mismo los de tu pueblo, ja, ja.
Un saludo
Mar